Después de empatar a cero goles con Egipto, campeón de África; igualar a un gol con Uzbekistán, sub campeón de Asia; y perder contra España (1-3), podemos afirmar que en el fútbol de juegos olímpicos, nuestro país tuvo un gran debut.
Muchos esperaban que República Dominicana, nación de béisbol, fuera el hazmerreír, pero no fue así. Con una mezcla de jugadores pertenecientes a clubes de la Liga Dominicana de Fútbol y a organizaciones importantes del extranjero, el equipo se vio competitivo y bien balanceado.
Sin embargo, no debemos conformarnos con ello y desde ya se debe reflexionar y analizar los resultados para volver a este escenario superando lo vivido.
Por ejemplo, la participación de Edison Azcona, capitán del equipo. Con apenas 20 años ha demostrado tener las herramientas necesarias para aportar a la causa, aunque su edad lo traiciona al no controlar sus reacciones.
Después de ser coprotagonista con un tiro de esquina al área que cabeceó Ángel Montes de Oca para nuestro primer gol en juegos olímpicos, se convirtió en el primer dominicano en ser expulsado con tarjeta roja directa por pegar una patada a un jugador rival que le cometió falta.
Esto nos recordó la Copa Mundial de Fútbol sub 20 de Argentina en mayo del año 2023, por una acción similar del capitán. En el segundo juego frente a Brasil, le cometieron una falta y su reacción lo llevó a ser expulsado del partido.
De ese evento salió con ese asterisco lamentable, pero también con el crédito de ser el único criollo que ha anotado un gol en un torneo mundialista. En sus redes Azcona se ha mostrado arrepentido de todo esto.
Otro referente importante de su talento, es la carrera de profesional que lleva en Estados Unidos. “Las Vegas Lights”, equipo cuyo propietario es el ex-grandes ligas José Bautista, compró su contrato al Inter de Miami, para convertirlo en el jugador franquicia. Los de la Florida lo despidieron con honores.
Definitivamente Azcona está para grandes cosas, pero deben ayudarlo a madurar, tomando en cuenta que a su edad no se maneja la presión de esos grandes escenarios, aunque está a tiempo de corregirlo.