La relevancia del cobre, si bien tan presente en la vida humana por más de 5 mil años, aún no cesa. En la actualidad tiene un gran repunte como para tener roles clave en esta época crucial forzada a encaminarse hacia la ineludible superación del cambio climático, lo cual de no ser así científicamente se proyectaría hasta la extinción de la vida humana.
Con lo que la conclusión del párrafo anterior tiene en la actualidad el nombre de transición energética. Tomando en cuenta que transición energética corresponde a realizar profundas transformaciones desde sistemas eléctricos basados en la combustión de derivados del petróleo, carbón mineral y gas natural -combustibles fósiles- a aquellos en los que predominen las fuentes renovables de energía como sol, viento, agua, biomasa. Lo mismo que en el transporte, entre otros.
La transición energética ha tenido avances considerables en el país al grado tal que el Foro Económico Mundial que evalúa y compara el desempeño de los países en transición hacia un sistema energético sostenible situó a la República Dominicana en el año 2023 en la posición 88 del ranking global, entonces su mejor puesto de los últimos nueve años.
Sucede que el cobre es un metal esencial- entre los “metales críticos”- para la transición energética. Con lo cual se resalta solo un aspecto-relevante, además- de su importancia. Ya referimos de su protagónica presencia por más de 5 mil años marcando dos épocas denominadas Edad del Cobre y Edad del Bronce y eso así por cuanto el propio bronce es una aleación de cobre y estaño en una menor proporción.
El cobre es el tercer metal más demandado en todo el mundo después del hierro y el aluminio; imprescindible además en la ya omnipresentes electrónica e informática, y qué decir de los coches eléctricos y de su significativa presencia como parte de las aleaciones en utensilios desde el hogar hasta las fábricas.
Mas lo realmente novedoso y de ahí lo de sus significativos avances nacionales como lo expresa el título de este artículo, es que en la República Dominicana la minería del cobre habiendo apenas iniciado su gran explotación en el 2019 ha tenido un desempeño tal que el valor de las exportaciones de cobre pasó de 39.8 millones de dólares en el 2022 a 86.3 millones de dólares en el 2023, es decir ¡un116.8%! y es solo el comienzo.
Así es como el país avanza con el valioso cobre, al tiempo que se impulsan importantes acciones para redimensionar la producción de oro y ferroníquel, entre las tantas vertientes del avance minero en la República Dominicana.