Para que un inmigrante pueda obtener la residencia permanente, debe haber un número de visa disponible para el solicitante, tanto al momento de la presentación de la solicitud como al momento de la adjudicación. El retroceso de la visa ocurre cuando hay más solicitantes de visa para una determinada categoría o países de los que hay visas disponibles.
Cada año el Congreso de EU establece límites sobre la cantidad de visas de inmigrante que pueden ser expedidas. Si este límite se alcanza entonces nos vemos con el retroceso del visado. Esto por lo general, ocurre cerca del final del año fiscal. Básicamente, esto quiere decir que en dichos casos los tiempos de espera del beneficiario de la visa aumenta.
¿Cómo se procesan las visas retroactivas?
Los funcionarios de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) o los consulados no procesarán las visas hasta que la fecha de prioridad para el solicitante esté disponible. Esto puede terminar significando que una solicitud de visa se “mantiene en suspenso”, como explica el USCIS, hasta que haya visas disponibles nuevamente.
Para averiguar si su solicitud de visa puede estar sujeta a retroceso, puede consultar las fechas límite de la visa publicadas en la edición mensual del Boletín de Visas de USCIS o del Departamento de Estado de EU.
Cuando entra en juego el retroceso de la visa, USCIS o el consulado puede exigir a los solicitantes que proporcionen materiales de solicitud actualizados cuando sus fechas de prioridad finalmente se actualicen. Es por eso que USCIS insta a los solicitantes a mantener una dirección actual con la agencia.
En algunos casos cuando los aplicantes están dentro de EU, mientras esperan que sus fechas de prioridad se actualicen, se puede solicitar autorización de empleo (para obtener permiso para trabajar en los EU) y/o permiso para viajar fuera de los EE. UU.
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