La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump en los últimos meses ha intentado llevar a cabo un plan de ubicación de las personas indocumentadas, detenidas en la frontera de Estados Unidos con México, en las “ciudades santuario”. Esta acción es una especie de represalia en contra de los demócratas, quienes se oponen a la construcción del muro.
También se ha manifestado que este proyecto tiene como meta aliviar la población de los centros de detención.
Las “ciudades santuario” tienen políticas y leyes que limitan la participación y cooperación de las autoridades policiacas con las autoridades de migración. Muchas ciudades y comunidades como Chicago, Nueva York, El Paso, Washington, San Francisco, Bridgeport, Newark y San Diego, tienen políticas en pro de los indocumentados.
California es formalmente un Estado Santuario para los inmigrantes, sin importar su condición legal. A partir de enero 01 del 2018 los diferentes cuerpos policiales californianos ya no pueden preguntar a los residentes su estatus migratorio ni participar en acciones coordinadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU, y solo pondrá en manos de este a los detenidos que han cometido ciertos crímenes, en su mayoría graves.
La idea es que estos Estados al tener una migración masiva, sus residentes sientan a los inmigrantes como una carga y terminen aceptando la política de mano dura de Trump. Igualmente, los ciudadanos al ver el continuo envío de autobuses repletos de indocumentados sientan que sus trabajos estén en peligro y exijan cambios en las políticas o regulaciones en favor de los inmigrantes sin documentación.
Es definitivamente sorpresiva la idea de utilizar a personas como mecanismo de represión. No obstante, esta medida puede que traiga resultados positivos para los indocumentados.
No es claro si los detenidos serían liberados con algún tipo de mecanismo de rastreo. En caso de que este proceso no se siga, sería totalmente en contra de la ley de migración, ya que esta ofrece procesos específicos para los individuos que sin documentos, piden ser admitidos en la frontera.