Los delitos contra la moral implican lo que se puede describir como una bajeza moral cuando el delito contiene intención delictiva o imprudencia muy grosera o cuando el delito está definido como moralmente reprobable por la ley estatal o federal de Estados Unidos. La intención delictiva o la imprudencia pueden inferirse de la presencia de violencia injustificada o del uso de un arma peligrosa. Igualmente, los crímenes que tienen como elemento especifico la intención, suelen ser considerados crímenes en contra de la moral.
Si una persona ha cometido un delito que tenga alguna de las características que describimos arriba, puede que por ello, no sea admisible a los Estados Unidos. Esto implica que la persona no pueda obtener una residencia en los EU. Igualmente, puede imposibilitar a una persona de poder hacer su proceso de naturalización. En escenarios más complicados, una persona también puede ser deportable.
Un no ciudadano puede ser deportado por dos o más condenas por delitos que involucren depravación moral que ocurran en cualquier momento después de la admisión a los EU con cualquier visa, o después del ajuste de estatus (residente permanente). Por ello es muy importante que cuando una persona esté envuelta en acusaciones criminales o que intente aplicar algún proceso migratorio y tiene antecedentes, se contacte con un abogado de migración. Esto le permitirá poder intentar obtener alguna pena que no lo haga deportable o poder reabrir algún caso criminal para eliminar su deportabilidad.
Igualmente, es muy importante consultar con un abogado para determinar si el período en que fue cometido el delito, hace a la persona deportable o no. En palabras sencillas, dependiendo de la fecha de comisión de la persona y la fecha en que fue admitida en los EU, serán las consecuencias de esa convicción criminal. Como se ve, el tener un récord criminal e incluso tener sólo una acusación criminal puede conllevar consecuencias muy graves, así que, por ello recuerden siempre de contactar a un abogado experto en migración.
