Durante varias décadas vimos el fracaso de intentos de crear aerolíneas locales para aprovechar el crecimiento turístico, y el incremento de la demanda no turística de los millones de dominicanos residentes en el exterior, de los viajeros locales por negocios o turismo.
Todos los proyectos fracasaron. Hasta la línea bandera, Dominicana de Aviación, propiedad del Estado, se fue a pique. Quizás en el caso de los proyectos privados, la principal razón fue la inexperiencia y falta de músculo económico.
La estatal, cuando estuvo bien administrada (por ejemplo, el período de Hugo Bueno Pascal) era una empresa viable, y un importante aporte para el desarrollo turístico que comenzaba a tomar velocidad.
Pero su florecimiento no tardó en marchitarse. Fue puesta en manos de inexpertos, a lo que se sumó la corrupción.
A pesar de los tropezones sobrevivieron pequeñas aerolíneas, pero sin capacidad para competir con los gigantes del aire como American, Iberia, Air Europa, Lufthansa, Air France, Jet Blue, Copa y otras. El empuje del turismo y el crecimiento de la economía, también apoyado por el auge turístico, ha creado nuevos espacio para emprendimientos importantes destinados a crear aerolíneas capaces de ganar un espacio en el mercado internacional y aprovechar las oportunidades que ofrece el nuevo escenario de un país que está de moda. Las nuevas dimensiones del mercado y sus oportunidades las dicen las cifras. Las estadísticas del Banco Central apoyan este enfoque. Este año hasta octubre habían llegado al país 6.4 millones de pasajeros por vía aérea. Los residentes sumaron 646,759, de ellos 536,897 eran dominicanos y 109,862 extranjeros. En ese mismo período llegaron por vía aérea 1,079,569 dominicanos no residentes y 4,746,517 extranjeros para sumar 5,826,086. Al sumar llegadas y salidas tenemos un mercado de 13,183,952.
Estas cifras estimulan el nacimiento de las aerolíneas Arajet y Ski Cana. Emprendimientos pujantes con aviones modernos y un servicio de calidad, impensables hace una década. En el caso de Arajet, un proyecto que ha reservado 40 aviones con la Boeing. Ski Cana, ya tiene en el país 7 Airbus. Por eso tiene mucho sentido una ley para promover un sector aeronáutico local capaz de ganar espacio en el mercado y apuntalar nuestra pujante industria turística. El proyecto de Luis Abinader incluye las siguientes exenciones: del pago del Impuesto sobre la Transferencia de Bienes Industrializados y Servicios (Itbis) en la venta de vuelos para salir o para venir al país; del pago de arancel y del Itbis sobre la importación de naves y aeronaves; del pago de los Impuestos Selectivos al Consumo y del Itbis de los lubricantes, repuestos, piezas y motores de aviación; de la retención del impuesto por concepto de pagos de rentas al exterior por arrendamiento de aeronaves o motores, y del pago de impuestos por servicios contratados en el exterior.
Es un buen pie de amigo. Es inteligente renunciar a impuestos que nunca se cobrarían si no existen las aerolíneas locales, y obtener a cambio los beneficios de su impacto económico. Sólo falta bajar el exagerado impuesto al combustible.