Desde hace décadas, Estados Unidos es el lugar donde residen más dominicanos, después de República Dominicana. En los últimos días, criollos han obtenido importantes méritos en instituciones educativas de esa nación.
Me he sentido orgulloso por decenas de dominicanos que han avanzado en el campo académico de los Estados Unidos, incluso algunos familiares, como sucedió con la hija de mi prima Marilyn Santana, Madeline Ortega, graduada como licenciada en Matemáticas, summa cum laude.
Me place reproducir lo escrito en Facebook por la destacada colega y amiga Arelis Peña Brito, residente en Rodhe Island, sobre su hijo: “Muchas felicidades a mi niño hermoso en su graduación de Bachiller. Celebramos con gran emoción que hoy recibió su diploma The Greene School, como estudiante destacado en Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, además de haber recibido el premio ‘Van Dexter for Visual Arts’, por su extraordinario talento para las artes visuales”.
Uno de los maestros del hijo de Peña Brito, lo describió “como un artista, un científico y un diseñador, que tiene más potencial que casi todos los estudiantes que he enseñado”.
También, el dominicano Anderson Javier Dirocie de Léon, nativo de San Juan de la Maguana, puso a República Dominicana en alto cuando fue escogido para pronunciar el discurso de apertura de la facultad de derecho de la Universidad de Harvard, por su excelente desempeño en esa prestigiosa institución académica.
Entre otras acciones sobresalientes para los dominicanos en el ámbito educativo de Estados Unidos, está la designación del joven profesional y ex ministro de Economía, Juan Ariel Jiménez, como profesor titular de la Universidad de Harvard, donde, además de impartir docencia, realizará investigaciones, estudios de casos, y dará asesoría a diferentes países en temas relativos a políticas públicas.
Asimismo, la periodista dominicana Jesenia de Moya Correa fue nombrada directora de la iniciativa para medios latinos del Centro de Medios Comunitarios de la Universidad de Nueva York (CUNY, en inglés). Es la primera criolla que ocupa esa posición.
Aunque en los últimos días algunos jóvenes dominicanos, casi todos de tercera generación de familias residentes en Estados Unidos, se han dedicado a manchar el nombre de República Dominicana, con actuaciones incorrectas en parques y otras áreas públicas de Nueva York, el avance académico de criollos contribuye a la mejoría de la imagen de la comunidad dominicana en Estados Unidos.