El candidato o candidata que el PLD seleccione en su consulta del próximo domingo 16 de octubre debe reunir tres cualidades esenciales: ser la vía más segura para que ese partido pueda retornar al poder, haber mostrado una gran lealtad al PLD y que la población le perciba como una persona sumamente solidaria en estos momentos de crisis social y económica. En esas tres condiciones, Margarita supera por mucho a todos los demás aspirantes del PLD.
Margarita es la vía más segura para que el PLD pueda ganar las elecciones de mayo del 2024. Ella es la dirigente peledeísta más conocida a nivel nacional y de mayor popularidad de todos los aspirantes. El amplio apoyo popular de Margarita no es de ahora, es un hecho que tiene muchos años y se mantiene vigente. Y esa popularidad es incluso mucho más amplia que la que llegaron a tener Leonel y Danilo, en momentos en que ellos eran los candidatos del PLD y ganaron las elecciones. Margarita es un verdadero fenómeno de popularidad desde hace tiempo, por lo que el PLD debe elegirla, para no caer en el error de escoger un candidato al que haya que empezar a hacerle una campaña para que pueda ser conocido por la mayor parte de la población.
Margarita es también uno de los mejores ejemplos de lealtad al PLD. La lealtad y el respeto a la institucionalidad partidaria por parte de Margarita ha sido probada en varios momentos difíciles de ese partido. Recordemos aquella reunión en Metro Country Club cuando Leonel y Danilo se enfrentaban por la candidatura presidencial y ella, con mucha sabiduría, expresó que “su corazón estaba con Leonel, pero su lealtad estaba con Danilo”. Asimismo, cuando Leonel perdió las primarias del 2019 y tomó la decisión de renunciar del PLD, Margarita fue leal a su partido y no lo acompañó en esa decisión. Ustedes se imaginan el duro golpe que hubiese representado para el PLD y para la imagen del país, el hecho de que la vicepresidenta de la República renunciara del gobierno y del PLD expresando que el presidente Medina había realizado un fraude en la convención de su partido. Margarita actuó con serenidad, con visión, con lealtad y mucha sabiduría en ese momento. Y fue aún más lejos, al aceptar ser la candidata vicepresidencial de Gonzalo Castillo, el candidato que había derrotado a Leonel. Cuánta lealtad a su partido.
No hay ninguna duda de que Margarita es sinónimo de honradez. Su trabajo al frente de los programas sociales del gobierno en los ocho años en que fue vicepresidenta de la República, es la muestra más clara y contundente de eso que afirmamos. Ella manejó de forma directa más de 130 mil millones de pesos en esos programas y no hay una sola denuncia, ni una sola, donde se cuestione su trabajo honrado y su manejo pulcro de los dineros del pueblo que fueron manejados por ella. Por el contrario, la inversión de esos recursos públicos fue supervisada por organismos internacionales, los cuales siempre han defendido la forma honesta e íntegra en que fueron usados e invertidos socialmente.
Margarita es también, y sobretodo, sinónimo de solidaridad y entrega por los demás. Nadie como Margarita ha desarrollado tantos planes y programas en favor de la población más pobre y excluida de la sociedad dominicana. Los programas Progresando con Solidaridad, los Centros Tecnológicos Comunitarios, Progresando Unidos, la Biblioteca Infantil y Juvenil, y muchos otros desarrollados durante su gestión como vicepresidenta, fueron un soporte importante para que alrededor de 6 millones de personas se beneficiaran de manera directa por la mano solidaria y la ayuda sostenida del Estado dominicano. En estos tiempos de crisis económica, donde la inflación y el desempleo están afectando seriamente las condiciones de vida de la población dominicana, es más que necesario tener en el gobierno a una persona que sea sensible ante el sufrimiento, que se indigne y actúe de frente ante la miseria y que entienda claramente que las ayudas del gobierno deben ser parte de un sistema científico y planificado de protección social. Nadie como Margarita tiene hoy día la capacidad y la experiencia para desarrollar los planes sociales del gobierno con eficacia y con criterios de justicia.
No existe ninguna duda: Margarita es la mejor elección que puede hacer el PLD para tener todas las posibilidades de retornar al poder y que podamos todos, nuevamente, estar bien. Margarita es el nuevo rostro de la esperanza.