Araíz de los resultados de la consulta del PLD ganada por Abel Martínez y donde la doctora Margarita Cedeño quedó en tercer lugar, algunos analistas y personas desorientadas políticamente, han querido denigrar la imagen de ella aduciendo una serie de argumentos errados y llenos de odio.
Quienes crean que la votación que Margarita obtuvo en el proceso interno del PLD es su real valor político, están muy equivocados. Margarita es y sigue siendo, sin lugar a dudas, una de las figuras políticas de mayor conocimiento, de mayor apoyo, de mejor imagen y de más alta valoración.
Por falta de una fuerte estructura política interna y por querer actuar con respeto a las normas civilizadas de la política, Margarita no pudo ganar la consulta del PLD. Aunque perdió numéricamente, su dimensión como líder política y sus posibilidades de convertirse en la primera mujer presidenta de nuestro país, son cada día mayores.
A pesar de que algunos interesados en hacer el mal quieran cambiar las cosas, la actuación política de la doctora Cedeño ha estado caracterizada siempre por la lealtad, la coherencia y la solidaridad a las mejores causas y a su partido.
Ante los resultados de la consulta del pasado 16 de octubre que les fueron desfavorables, Margarita nuevamente ha dado un ejemplo de respeto, coherencia y lealtad a su partido.
Aceptó de inmediato los resultados, felicitó a Abel y se puso a la orden del PLD para las elecciones de mayo del 2024.
Actuaciones como esas solo las hacen los líderes responsables y democráticos, los que saben perder y los que ponen los intereses generales por encima de sus intereses particulares.
Algunos seguidores de Leonel están dolidos y atacan a Margarita porque ella no le acompañó en su decisión de irse del PLD, cuando el expresidente Fernández no aceptó su derrota ante Gonzalo Castillo.
Y por eso, han desarrollado una aviesa campaña para tratar de desacreditarla. Pero ellos deben entender que Margarita no era propiedad de Leonel.
Ella era y es, una figura política de una gran dimensión y proyección que tiene todo el derecho de hacer su vida y tomar sus propias decisiones.
En su accionar político Margarita ha sido siempre coherente en el respeto a las normas institucionales del PLD.
Ella nunca ha traicionado a nadie ni ha tenido una obsesión por ser presidenta de la República. Margarita ha sabido caminar por las vericuetos de la vida política sabiendo tener cuidado, comedimiento y coherencia.
En cada momento, a veces forzada por las circunstancias, ha tenido que actuar pensando siempre en los mejores intereses de su partido y de la nación dominicana.
La decisión correcta de Margarita de no acompañar a Leonel cuando abandonó el PLD, fue una reafirmación de su coherencia y su lealtad al partido en el que se ha desarrollado políticamente.
Debemos recordar que en el proceso electoral interno del PLD del 2019, Leonel se presentó nuevamente como pre-candidato presidencial y ante la imposibilidad de Danilo poder enfrentarlo, su corriente escogió al ministro de Obras Públicas, Gonzalo Castillo, para frenar el intento de Leonel de ser candidato del partido de gobierno, después de haber sido presidente en tres ocasiones.
En ese momento, Margarita apoyó a Leonel de manera clara. Dio la cara por el, caravaneó con él y llamó a votar por él. Pero, Leonel Fernández perdió la convención de Gonzalo Castillo.
Adujo un fraude, pero lo cierto es que la perdió. Y en vez de buscar una salida negociada con Danilo, para que el PLD se quedara en el poder con Margarita de candidata, Leonel nuevamente asumió una actitud poco solidaria con ella, prefirió renunciar del PLD y dividir ese partido, dejando a Margarita en un difícil trance.
Ante esa situación, Margarita actuó con un gran sentido de la historia y se quedó en el PLD. No acompañó a Leonel en su decisión de crear una nueva organización. Sopesó bien todo y pensó en la historia y en el futuro.
Esa actitud de Margarita muestra su gran sentido de lealtad y respeto al partido donde se formó. Ustedes se imaginan el daño que le hubiera provocado a la imagen internacional del país, al gobierno de Danilo y al PLD, que la vicepresidenta renunciara con el argumento de que el presidente hizo un fraude.
Ante la acción de Leonel de no saber perder y renunciar del PLD, si alguien puede ser considerado como desleal no es Margarita. Ella ha actuado con sentido de coherencia, lealtad y solidaridad. Y continuará haciéndolo. Esa es la grandeza de Margarita.