Ramón Antonio (Negro) Veras
Ramón Antonio (Negro) Veras

1.- No escapa a mi conocimiento que el ser humano nace, se desarrolla y muere, por lo que dejar de vivir forma parte del mundo de los que todavía existimos.

2.- El pasado 25 de diciembre de 2024, con motivo de mi cumpleaños 86, escribí y me cito: “aunque mi estado de salud está disminuido, no es un impedimento para incidir en la vida pública dentro de mis posibilidades”.

3.- Hice referencia a la salud porque estoy convencido de que, con el transcurrir de los días, estarían ahí los achaques, muchos de ellos como consecuencia de mis cumplidos 86 años.

4.- El recién año 2025 me ha llevado en dos ocasiones a internamientos hospitalarios a los fines de recibir tratamiento.

5.- El día 21 del mes de enero próximo pasado, de manera urgente fui ingresado en un centro médico de Santiago de los Caballeros, donde permanecí durante cuatro días.

6.- Cuando creía estar en buenas condiciones físicas, el 30 de enero, nuevamente, en situación de emergencia, me ingresaron. Ayer me dieron el alta.

7.- Durante diez días permanecí en la habitación de una clínica en mi querido Santiago de los Caballeros, recibiendo asistencia médica y la aplicación de diversos fármacos.

8.- Fueron diez días sumamente difíciles los que acabo de pasar. Los efectos de mi quebranto me han golpeado el alma, y resistir la aplicación de medicamentos ha sido un suplicio. Pero no hay de otra. Debo seguir adelante para continuar en la lista de los vivos.

9.- Estoy entregado a mis médicos en todo lo relacionado con mi padecimiento, porque me motivan absoluta confianza profesional, personal y familiar. A cada uno le conozco hasta su origen social y sé de su honestidad y entrega en el cuido de sus pacientes.

10.- En el curso de mi estadía de diez días en un centro hospitalario, pude seguir valorando lo que significa la solidaridad, esa parte inmaterial que transmite la especie humana.

11.- Amigas y amigos entrañables no cesaron en transmitirme aliento en todo momento. Fueron muchos los mensajes que recibí que me caían como oportunos bálsamos. Por tal razón es que a los míos no los cuento, los peso.

 12.- Cuando estoy enfermo, me llega a lo más hondo del corazón la voz o la presencia de una de mis gentes queridas. Anímicamente, significa mucho para mí la comunicación, ese trato de ahí a ahí.

13.- Como creo que mientras hay vida estamos obligados a aportar a la lucha social, durante mi permanencia hospitalaria escribí y publiqué los artículos que indico a continuación:

14.- “Luchar por un nuevo orden económico que motive alegría”. “Inmigrantes criminales no. Ellos son  obreros, proletarios laboriosos”.  “Los que envían las remesas, ¡abandonados!”. “Inmigrantes, sumisión y atropellos”. “Ese es de los que perjudican al pueblo cubano”. “Cuba antes de la Revolución”. “Marco Rubio, un visitante irritante y conflictivo”. “Precisamos de una política exterior sin intromisión”. “Contra una política exterior de chismes, intriga y mentiras”.

15.- Ya en mi casa, recuperándome del quebranto que causó la permanencia en un centro clínico por espacio de diez  días, debo continuar las indicaciones de mis facultativos hasta tanto esté totalmente sano.

16.- No tengo nada más que decir con relación a mi nueva recaída, que espero no se me pegue otra en lo inmediato, aunque estoy listo para continuar en la batalla, por seguir vivo y contribuyendo dentro de mis posibilidades por tener un país y un mundo mejor para todas y todos.

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