Leyendas recibimos siempre de culturas y siglos que nos antecedieron, desde las mesopotamias, las griegas, las romanas, las hindis, y de todas las consignadas y promovidas en libros sagrados que las intersectan, que hacen a tales culturas orientales y meso orientales, orgullo de la literaratura y ciencia planetaria. Buena parte de esos mitos culturales hablan de seres vivientes de estatura gigantezco, de tan grande poder podían competían y hasta superar el de las deidades superiores, de poder máximo pensable en la época.
Uno de los personajes legendarios de la civilización mesopotámica está descrito en la Epopeya de Gilgamesh, como un gigante semidios, en un poema considerado como la narración escrita más antigua de la historia (https://www.ecured.cu/Poema_de_Gilgamesh). Ecured.cu relata que “En este poema y otros independientes sobre el mismo tema, (se) narra la epopeya del héroe sumerio Gilgamesh, personaje … de la mitología sumeria, y otros problemas fundamentales que afectaban al hombre en el mundo mesopotámico, sus relaciones con los dioses, su papel en el universo, el amor, la amistad y la muerte. Y precisamente en relación a la conciencia que, tras la pérdida irreparable de su amigo Enkidu, le hará sentir la fragilidad de la existencia humana, Gilgamesh, rey mítico de Uruk, iniciará un largo y peligroso recorrido en busca de la inmortalidad, una búsqueda que irremediablemente requiere el encuentro con el único hombre al que los dioses habían concedido una vida eterna, Unapistim, , natural de Shuruppak, quien gozó de la revelación divina a través de un sueño, en el que Shamash le comunicaba órdenes precisas a cumplir antes del inicio fatídico del diluvio, el abandono de su hogar y la construcción de un barco, en cuyo espacio compartimentado debía concentrarse con toda su familia, los artesanos, las riquezas transportables que poseía y todas las especies vivientes, incluidos animales domésticos y salvajes hasta el final del cataclismo”. También según el relato de ecured.cu, “la leyenda adquirió una gran difusión en el Próximo Oriente Asiático, ya que además de la versión acadia y de varios poemas sumerios independientes se conservan copias hititas y hurritas y algunos fragmentos en la región de Palestina, donde sin duda marcaría el Diluvio Universal descrito en el Génesis. Sin embargo, la tradición posterior prescindirá de la inmortalidad del superviviente, debida en la epopeya de Gilgamesh al cambio de actitud del dios Enlil, cuya pretensión inicial de aniquilación total aparece reprobada por el resto de los dioses”.
La descripción física de los personales del poema de Gilgamesh, es descrito así: “La Epopeya dice que Gilamesh era un semidios: con dos terceras partes de dios y una de humano. Por lo tanto, debió haber sido un ser gigantesco, un hombre parecido a los colosos de la antigüedad, que luchaban en múltiples batallas y siempre salían triunfantes. Eran hombres como de tres metros de estatura, musculosos, barbones, peludos, con voces rasposas o (como los representan en las caricaturas), villanos, rudos, muy malos, hombres de pelea y de guerra, armados hasta los dientes”.