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El 14 de abril de 1948 salió a la luz pública el importante periódico “El Caribe”, propiedad de Trujillo, dueño absoluto del país, siendo el autor de esta entrega el primer canillita en Salcedo, mi pueblo natal, conocida también como la Villa de los Almendros.
Yo contaba con 13 años de edad y mis fuerzas no me permitían levantar más de tres ejemplares al mismo tiempo, pues su contenido era tan amplio y voluminoso que podían pesar más de 10 libras; que para un niño de esa edad era difícil levantar y cargar.
Cuando este valioso periódico cumplió sus 60 años de fundado, fui llamado por su entonces Director Lic. Manuel Quiroz, quien me manifestó: “en nuestros archivos hemos descubierto que usted fue nuestro primer canillita en su ciudad natal de Salcedo, y quiero preguntarle: ¿Usted se siente orgulloso de esas funciones o si por el contrario se siente avergonzado? a lo que respondí lo siguiente:
“Gracias a Dios, he trascendido mucho. Comencé en educación como maestro, y llegué a ser Secretario (Ministro) de esa cartera, donde ocupé todos los cargos. Pero siempre mantendré el
orgullo de haber regado los primeros periódicos de El Caribe en mi pueblo natal.
Por su valor e importancia, destaco a continuación parte de la entrevista realizada por el entonces Director de El Caribe Lic. Manuel Quiroz:
“Fui el primer canillita del periódico El Caribe en Salcedo y lo llevo con orgullo”. La expresión con que José Nicolás Almánzar relata aquella experiencia, no podía ser más emotiva. Este hombre que de vendedor ambulante de periódicos alcanza la condición de connotada figura política, académica e intelectual, retrocede varias décadas de su existencia y cuenta lo que dice haber vivido con plena satisfacción.
“Recuerdo que era un periódico demasiado grande para mí, era casi un libro, tenía demasiado material”, evoca Almánzar. Apunta que el 14 de abril del año 1948, cuando El Caribe se somete al escrutinio público con su primera edición, solo tenía 13 años de edad.
El grosor de aquellos ejemplares y su exigua fortaleza física le impedían cargar más de tres periódicos a la vez, comenta con nostalgia.
Dice que siendo un jovencito, este inolvidable catorce de abril, recorrió cada una de las calles del pueblo anunciando la llegada del nuevo periódico llamado El Caribe.
“Yo iba voceando, y se lo llevaba a la gente para que se suscribieran. En esa época, el periódico costaba cinco centavos”, rememora Almánzar.
“El Caribe era muy pesado”, reitera, mientras observa una muestra del primer ejemplar del periódico que hoy cumple 60 años de creación y salida ininterrumpida.
En sus emocionantes relatos Almánzar no pudo obviar el negocio que acogió para sus ventas los primeros ejemplares de El Caribe. El propietario que lo empleó como pregonero de un producto que aspiraba a un espacio en el mercado de lectores, también recibió una mención especial.
“La agencia era de un señor llamado Mamerto Cabral que ya murió. Era un intelectual de Salcedo (hoy provincia Hermanas Mirabal). Llegaron, por primera vez, 50 periódicos. A la gente, el periódico le llamaba mucho la atención”, rememora Almánzar.
Don Mamerto Cabral era un reconocido intelectual formado al amparo de tantos libros que había leído. No era muy simpatizante con la situación política que se vivía y fue de los intelectuales salcedenses que orientaba a la juventud de esa provincia a enfrentar los problemas políticos de esa época, quien tenía cierta familiaridad con el joven salcedense Tomás Emilio Cabral, quien en 1948 tuvo que abandonar el país porque fue de los jóvenes de mi pueblo que enfrentaron la tiranía Trujillista, igual que su hermana la Ingeniera Sina Cabral quien sufrió las torturas y las cárceles de la época.