Debí iniciar mis colaboraciones en elCaribe, a modo de articulista, dándole las gracias publica al Señor Director de este prestigioso periódico -uno de los decanos del diarismo nacional-, el respetado y experimentado periodista, Rafael Osvaldo Santana -premio Nacional de Periodismo 2017, reconocimiento más que merecido-, pero por razones de que ya teníamos en carpeta varias colaboraciones sin la certeza cierta de que mis garabatos, como les llamo a mis artículos, fueran a ser considerados con permanencia, a pesar de mi insistencia y del probable o poquísimo interés público que se pudiese auscultar en lo que escribo a mi estilo, manera, recurrencia o, libre albedrío.
Sin embargo, aprovecho hoy –justamente, a un año de haber iniciado mis colaboraciones- para dar las gracias al Señor Director, excesivamente plural, por permitirme expresarme al través de las páginas de uno de los diarios dominicanos de más tradición y contribución, desde 1962, bajo la egregia pluma de su fundador-director, periodista –emblemático y referente de una prosa periodística impecable- Germán Emilio Ornes Coiscou (1919-1998), a la defensa de las libertades públicas, y, de paso, reiterar: que respeto mucho la profesión y el oficio de los periodistas, pues, entiendo que sin ellos; pero, sobre todo sin un ejercicio ético, objetivo y crítico del periodismo no hay democracia que se consolide ni alcance madurez.
Espero pues -en lo adelante, y como hasta ahora-, no defraudar a los lectores ni a las referencias oportunas y agradecidas. Y aprovecho, este primer aniversario, para reiterar mi indeclinable independencia de criterio e interés de seguir publicando estos garabatos míos, cada jueves, desde mi más íntima recurrencia, convicción, respeto a los lectores y, sobre todo, a la verdad que nunca será absoluta –¡gracias a Dios!-.
Finalmente, las gracias reiteradas, Señor Director. Y por supuesto, en su nombre, a los demás periodistas y miembros de la familia de El Caribe que hacen posible la aventura diaria de producir un periódico en sus dos plataformas: impreso-digital, bajo los estándares de calidad y apego a los principios deontológicos del periodismo.
Postdata: ahora, con el perdón de todos, quisiera dejar escapar esto: no hay forma de hacer mutis ante la desaparición física -¡solo física!-, esta semana, de un cantautor universal que dejó plasmado en sus canciones: dominio escénico e interpretativo sin igual…. “La juventud”, “Recuerdos de mi ayer”, “C’est fini”, “La Bohemia”, “Buen Aniversario”, “Te espero”, “Venecia sin tí”: el Maestro, Charles Aznanour…. (¡cuánta nostalgia!, “pasa el tiempo y sin tí no sé vivir…., en mí alma hay dolor al esperar…”).