El próximo 15 de diciembre del corriente año 2017, se cumplen 44 años de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). En el 2013, el Dr. Leonel Fernández Reyna, presidente de la organización, afirmó que “Siendo Juan Bosch un luchador por los valores y principios de la democracia y el Estado de Derecho, el Maestro y fundador del PLD, al interior del PRD estaba impedido de poder contribuir con su pueblo en la conquista de la libertad y la justicia social; lo que lo obligó a tener que detener la marcha, reflexionar sobre su pasado, otear el horizonte y relanzar su lucha por nuevos senderos”.
En ese sentido, es importante recordar que Bosch, en la década de los años 60, al comprobar que no podía impulsar el proyecto político al cual aspiraba para nuestro país desde el interior del PRD, decide salir del país y dedica gran parte de su tiempo a reflexionar sobre la situación de República Dominicana en el contexto regional y mundial. El análisis de esa realidad, desde una perspectiva histórica, lo motiva a decidir la formación de una nueva organización política que respondiera a su renovada tesis política.
Una vez había reflexionado profundamente la situación, decide construir un nuevo partido político capaz de hacer realidad los anhelos y aspiraciones del pueblo dominicano; con capacidad de someterse a una constante renovación para construir una República Dominicana cada vez más justa, inclusiva, humana y solidaria.
Desde su fundación, el PLD ha trabajado sin descanso en procura de ir construyendo un mejor país, abrazando siempre el pensamiento político de su creador. Ha logrado además, desarrollar liderazgos fuertes basados en su gran capacidad para dialogar, para coordinar y aunar los esfuerzos de los demás, apoyado en una disposición sincera para buscar y atender nuevas opiniones, para lograr la unidad en la diversidad, para consolidar las fuerzas de las acciones emprendidas en procura de un objetivo común; y eso lo seguiremos logrando siempre que seamos coherentes entre lo que pensamos, lo que sentimos, lo que decimos y lo que hacemos.
Don Juan nos legó las mejores enseñanzas para que asumamos con firmeza los roles que nos asigna la actividad política en diferentes circunstancias.
Ante las diferentes versiones que se difunden sobre la unidad interna del PLD y los diversos comentarios que circulan en diferentes contextos sobre la supuesta renuncia a los valores fundamentales que asumió desde su fundación, tenemos que impedir que cobre fuerza la impresión de que es incapaz de ponerse de acuerdo sobre decisiones trascendentes para el fortalecimiento del Sistema de Partidos Políticos en República Dominicana y seguir contribuyendo a la consolidación de la democracia, el desarrollo y la modernidad. Recordemos que según “nuestro líder de ayer, hoy, mañana y siempre”, se trata de su obra política más perfecta, capaz de producir cambios profundos a su interior para responder a nuevas circunstancias, sin que se produzcan daños irreparables.
Haremos realidad las enseñanzas del maestro si somos capaces de mantener la unidad partidaria en correspondencia con nuestros Estatutos aprobados en el VIII Congreso Ordinario Comandante Norge Botello, los cuales establecen que: “La unidad del Partido es una condición fundamental de su existencia; quien atente contra ella atenta contra el Partido y será sancionado” …. También consignan “las decisiones democráticamente adoptadas por los organismos superiores son de obligatorio cumplimiento conforme al orden jerárquico”.
En virtud de ese predicamento y compromiso, la unidad del PLD no está en juego.