El Profesor Juan Bosch, durante el proceso de creación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), expresó la necesidad de dejar constancia de que sería una organización política diferente, que se había creado en base a normas absolutamente nuevas que no eran conocidas en República Dominicana ni en otros países de América.
Desde su fundación, en 1973, hasta la fecha, el PLD ha estado en crecimiento permanente y aumentando la confianza del pueblo dominicano, realidad que los peledeístas jamás debemos olvidarla. Una gran parte de nuestros ciudadanos y ciudadanas confían en que la organización puede garantizar que el país continúe avanzando hacia una mejor sociedad.
Un partido como el PLD, asegura Bosch, “no puede faltarse el respeto a sí mismo cayendo en actitudes populistas e individualistas, porque con esas actitudes se le abre paso hacia las entrañas de nuestra posición ideológica al peor enemigo que podemos tener, el que nos puede derrotar desde dentro de nosotros mismos, convirtiéndonos, sin que nos demos cuenta, en otro PRD o PR, (hoy PRSC)”.
Bosch plantea que la fortaleza del PLD se manifiesta públicamente en su seriedad, su disciplina, la calidad de sus voceros, la eficiencia de sus organismos, entre otras condiciones, y advertía que no podemos obviar que el Partido tiene un crédito acumulado en el alma de las masas populares.
El Maestro afirmaba que esa confianza depende de lo que él define como carisma; asegurando que nuestra organización tiene un carisma propio que no es necesariamente el de su líder. Decía que el líder puede tener o no tener carisma, pero el Partido lo lleva en sí mismo. Por tanto, hay que preservar ese carisma, esa atracción que conserva el Partido sobre el pueblo, y debemos evitar perderlo, cueste lo que cueste.
A partir de esos planteamientos, el PLD debe seguir luchando, sin descanso, para continuar asegurándole al pueblo que todo lo que estamos haciendo, y haremos desde el gobierno, será siempre con fines de beneficios sociales, no personales. Y hay que preservar ese crédito, cuya base fundamental es la unidad.
En un artículo escrito por Bosch, publicado en 1972, siendo aún presidente del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) titulado “La Función del Líder”, afirmaba: “Una de las funciones del líder de un partido como el PRD es precisamente mantener la cohesión de todas las corrientes que lo forman, lo que lo obliga a ser el que exponga, en todos los casos, la opinión más justa y la proposición más fácil de llevar a la práctica. Tiene que ser el que exprese con más precisión y claridad la concepción de la estrategia política más convincente para todos los sectores del partido y al mismo tiempo debe ser él quien proponga los procedimientos tácticos más oportunos. Si no puede hacerlo todo debe tener la capacidad necesaria para coordinar las ideas particulares y elaborar una propuesta que las incluya a todas”.
Considera que la función de un partido es dirigir, pero el que dirige orienta y al mismo tiempo guía. Orienta al partido y guía a sus partidarios.
En la dirección anterior, siguiendo las enseñanzas de Bosch, y ante la coyuntura actual que vive el PLD; debemos tener presente lo que afirmara el Maestro en su obra “Dictadura con Respaldo Popular”: “Las masas están unidas. Falta ahora que se unan los que aspiran a dirigirlas”.
La organización ha obtenido seis triunfos consecutivos en elecciones nacionales, congresuales y municipales, lo cual muestra que el pueblo dominicano la apoya mayoritariamente. Las bases están unidas, solo falta que su dirigencia, a partir de un proyecto país común, siga unida para que el Partido continúe como la principal agrupación política de República Dominicana y hacer honor a su lema, “Servir al Partido para Servir al Pueblo”.
Si queremos seguir contando con la confianza del pueblo dominicano para continuar construyendo una República Dominicana cada vez más justa, humana y solidaria, no olvidemos las enseñanzas de nuestro líder de ayer, hoy, mañana y siempre, en el sentido de mantener la unidad partidaria como el único medio válido para continuar fortaleciendo la confianza del pueblo dominicano en el Partido Único en América que fundó el Maestro.