El monto de las pensiones de acuerdo a estimaciones se proyecta en menos de un 30 % del salario. Para la mayoría de los empleados en el Régimen Contributivo con salarios promedios por debajo de los 20 mil pesos mensuales equivaldría a menos de 6 mil pesos mensuales. En algunos casos tiene un gran efecto compensatorio formas solidarias familiares que en la actualidad han alcanzado un gran impacto socioeconómico como las remesas, el apoyo de hijos e hijas que se hicieron profesionales y acceden a altos niveles salariales, entre otros.
Lo dicho indica que las pensiones no son ni serán una respuesta como sustitutivo del salario como se concibió desde los primeros enfoques de la Seguridad Social como sistema; pero más grave es lo que acontece con el Seguro Familiar de Salud que en el día a día puede impactar tremendamente la paz de una familia ante eventos de alto costo, y fuera de eso lo que significa el gasto mensual en salud tomando en cuenta que el SFS tiene una muy limitada cobertura para medicamentos, un monto fijo anual y la exclusión de fármacos.
Con las pensiones y la salud ya la Seguridad Social que hoy se ha propuesto la revisión integral de la Ley 87-01 que la crea está en profundo cuestionamiento, por las fallas en la implementación de una ley bien concebida y diseñada que no tuvo la respuesta apropiada del liderazgo nacional más allá de los intereses particulares. Por lo que más que un problema legal, como se ha dicho, es de naturaleza política y de responsabilidad social del liderazgo nacional en sus distintos ámbitos.
A propósito de lo comentado se resalta el tema del copago en el Seguro Familiar de Salud. Si no se aborda seriamente ese tema en la revisión integral ya en curso, eso solo invalidaría en una gran proporción la revisión.
Es que si la Seguridad Social como sistema se concibe como un mecanismo para dar respuesta a las adversidades-contingencias- propias de la vida, no es posible aceptar como válido un sistema en el que se permita sin mecanismos efectivos de compensación, equilibrio y control que haya que asumir los costos de los medicamentos en una muy elevada proporción y se sumen costos por copagos por servicios, estimados en más de 50 mil millones de pesos anuales.
La revisión integral de la Ley 87-01 que debería ser más que eso, la revisión integral del Sistema Dominicano de Seguridad Social, hay que asumirla con toda la profundidad y responsabilidad, de lo contrario no valdrían tanto las expectativas y los esfuerzos.