Sobre la reflexión en ciernes de acometerse, cabe poner de manifiesto que nos sirve de hilo conductor la obra de Mario Bunge, intitulada Epistemología, disciplina académica que comparte mérito identitario, correlativo e integrador con la filosofía de ciencia, la teoría del conocimiento y la metodología de la investigación, en tanto que además se le tiene vista como concepción del mundo y en adición significa materia didáctica, cuyo objeto de estudio resulta ser muy especializado.
Aun cuando la epistemología ocupó la atención de los pensadores del antiguo mundo griego, debido a que en dicha época pretérita pudo establecerse notoria diferencia entre episteme, visto como saber duradero, mientras que la doxa, denotativa de opinión, solía caracterizarse por ser volátil, pero con el paso inexorable del tiempo esta disciplina filosófica fue quedando medio olvidada, hasta el punto de convertirse en un eslabón casi perdido de la cadena del conocimiento propio de las áreas inherentes a la ciencia.
Pese a todo cuanto ha sido dicho, el olvido distó mucho de ser absoluto, pues a decir de Mario Bunge la epistemología aguijoneó el interés de una élite de pensadores, circunscriptos dentro del período clásico, tales como filósofos, matemáticos y otros científicos casi insipientes en esta materia, entre cuyos extremos estuvieron Platón y Bertrand Russell. Por eso, durante semejante tránsito histórico a dichos cultivadores del saber se les consideró como aficionados.
A la par de tales huellas cognoscitivas, la epistemología, reputada como la disciplina filosófica que estudia el proceso de investigación científica y el conocimiento derivado de semejante actividad gnoseológica, concitó mayor compatibilidad con su esencia a partir de 1927, cuando Moritz Schlick fundó el Círculo de Viena, donde hubo un elenco de doctos epistemólogos, de la talla de Rudolf Carnap, Hans Reichenbach y Karl Popper, entre otros científicos e intelectuales.
Ahora bien, aunque durante la vigencia del Círculo de Viena la epistemología obtuvo profesionalidad, tratamiento academicista, exactitud y respetabilidad, esta disciplina, tras quedar bajo la impronta de la tradición empirista y del positivismo lógico, entonces el conocimiento acumulado pasó a ser considerado como inútil y propio del período escolástico, aun cuando la humanidad se hallaba situada en la centuria novecentista, toda vez que los nuevos problemas eran abordados con ideas viejas.
A juicio del afamado autor, la epistemología debía ocuparse de una serie de problemas filosóficos, entre ellos de tipo lógico, semántico, gnoseológico, metodológico, ontológico, axiológico, ético, estético y así sucesivamente, de cuya temática inherente surgieron igual cantidad de disciplinas científicas, en tanto que todas estas áreas quedan consideradas como ramas entroncadas en el consubstancial árbol genealógico.
Entre las partes que constituyen el objeto de la epistemología, tales como génesis, fuente, verdad, validez y fundamento del conocimiento sistematizado, esta rama filosófica muestra especial interés sobre el conjunto de reglas propiciatorias de semejante saber especializado, hasta el punto de ocuparse del análisis crítico del método científico, cuyo origen data de la centuria dieciochesca, cuando hizo pinitos con la física, disciplina que ha sido considerada como el modelo de las ciencias naturales.
Como resultado de tal análisis crítico, puesto de manifiesto a través de la metodología científica, la epistemología puede descartar con toda certeza la nesciencia para luego subscribir los conocimientos dotados de generalización, siempre que se refieran a la ciencia, por cuanto los saberes pseudocientíficos, por ser incontrastables e incompartibles con otros hallazgos iguales, parecidos o comparables, nunca entrarán dentro del objeto de estudio de semejante disciplina filosófica.
Ello sabido, cabe reconocer que la persona humana como ser interactuante, siempre ha procurado valerse de su capacidad pensante con miras a dominar todo cuanto le circunda y en busca de semejante objetivo suele usar reglas, procedimientos, estrategias, tácticas, técnicas e instrumentos racionales. Así, pudo dar un salto cualitativo, tras crear el método científico en pro de domeñar la naturaleza, tomando la física como punto de partida.
Al final de esta jornada reflexiva, urge dejar sentado que desde el estudio de la naturaleza resultó necesario extrapolar el método científico hacia otras áreas cognoscitivas mediante el uso de tal cúmulo de reglas en la economía, por ser la disciplina prototípica de las ciencias sociales, lo cual ocurrió durante la centuria ochocentista, cuando varios científicos fueron precursores de la aplicación de medidas atinentes a semejantes problemáticas humanas, entre cuyos artífices estuvo Carlos Marx, creador del materialismo histórico.