No me dispongo comentar en este artículo el controversial contenido de la Orden Departamental No 33-2019 titulada “Política e Ideología de Género”, sino más bien su aspecto legal, tomando como base el hecho de que el Sistema Educativo Dominicano lo conforman dos componentes importantes como son:
I.-El Ministerio de Educación
II.-El Consejo Nacional de Educación
Según la Ley de Educación No. 66-97 define el primer componente, como el órgano del Poder Ejecutivo, destinado a administrar el sistema educativo disponiendo mediante Ordenes Departamentales, Circulares, Oficios y Memorándums, los traslados, ascensos y otros beneficios en favor de los maestros. Las disposiciones de la Orden Departamental se valen por sí mismas y son definitivas, razón por la cual no tienen que ser validadas por el Consejo Nacional de Educación.
El segundo componente está bajo la responsabilidad del Consejo Nacional de Educación, cuyo Presidente es el Señor Ministro de Educación.
El Artículo 76 de la Ley General de Educación lo define como el máximo órgano de dirección en materia de política educativa; sus decisiones se producen mediante ordenanzas, la cual tienen jurídicamente la misma fuerza que la ley pero dictada por un organismo autónomo, como es el Consejo Nacional en el que hay representantes de la educación pública, presidido por el Señor Ministro de Educación y parte de sus funcionarios, así como también representantes de la educación privada, maestros y alumnos, previamente seleccionados por las disposiciones de un Decreto; un exsecretario o exministro de Educación, designado por un Decreto del Señor Presidente de la República.
Debo señalar que el autor de este artículo se desempeñó hasta el año 2008 como representante de los exministros de Educación, del cual renuncié por razones de ética, porque al ser designado como Miembro de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana, consideré que debía renunciar porque este organismo es el encargado de auditar al Ministerio de Educación y consideré que no debía ser juez y parte en esta situación.
El representante del primer componente establece sus decisiones mediante Órdenes Departamentales pero solamente en el aspecto administrativo, la cual no tiene que ser validada por el Consejo.
El representante del segundo componente es el Consejo Nacional de Educación, que decide sus decisiones mediante Ordenanzas, que tienen la misma fuerza que la Ley.
En 1975 siendo Subsecretario (Viceministro) de Educación, con el apoyo del entonces titular de Educación, Dr. Matos Berrido, facilitamos una subvención al Instituto Nacional de Educación Sexual (INES), patrocinado por APEC, para que continuaran su proyecto de Educación Sexual en nuestro Sistema Educativo, y en cuya excelente labor trabajaron con gran eficacia el Dr. Rafael García reconocido profesional en esta área, la inolvidable educadora Lic. Carmen María Castillo (EPD) y la Dra. Mildred Herrera.
La nueva ordenanza que contaría con el apoyo de los Miembros del Consejo y de los sectores que apoyan la referida Orden Departamental No. 33-2019, así como representantes de Iglesias Cristianas y otros organismos a seleccionar.
El Programa Televisivo “Esta Noche Mariasela” ha celebrado importantes mesas redondas con la presencia de sectores que la apoyan y de los que no la aprueban, con la participación de representantes de ambos sectores.
En principio el autor de este artículo sigue la posición de las iglesias cristianas por creer que sus argumentos se ajustan al papel que siguen los seguidores de las familias dominicanas.
Oí decir a un obispo católico que el sexo de las personas está determinado con el nacimiento de hembra o varón y hace algunos años me dijo un psicólogo, que es recomendable el hecho de que los padres nos dejemos ver desnudos de nuestros hijos para que puedan ver nuestro sexo y evitarles hacer preguntas inocentes sobre la sexualidad.
Las iglesias cristianas consideran que la educación sexual debe estar a cargo de las familias ayudadas por la escuela considerada como la continuación del hogar y de esta manera evitar que los seguidores de los grupos del GTBC distorsionen la orientación de los educandos en esta importante área.
Leí un libro del padre Ignacio Larrañaga, autor de los talleres de oración y vida, y decía que la aparición de la homosexualidad, son géneros equivocados a lo cual deben ayudar seriamente la familia y las iglesias y que en su vida apostólica ha tratado cristianos homosexuales y que nunca exhibieron una conducta negativa, manteniéndose al borde de esa situación a base de oración y sacrificios para impedir la afloración de los problemas sexuales que los afectaban.
Resulta alentador que el Ministerio de Educación ha informado a través de los medios de comunicación estar dispuesto a escuchar las diferentes opiniones sobre el presente caso antes de llevar el tema al honorable Consejo Nacional de Educación.