En la República Dominicana frecuentemente, lo he leído y escuchado hasta en profesionales, se confunden los roles del Estado y Gobierno, abordándose indistintamente.
La abundante obra literaria y las diversas publicaciones del Profesor Juan Bosch en el área de las Ciencias Sociales, constituyen una extraordinaria contribución al país y, muy particularmente, para la comprensión de los procesos sociales, históricos y económicos de República Dominicana y de otros países de Latinoamérica.
Bosch, a través de sus escritos y sus discursos por radio y televisión, es el creador de una escuela de pensamiento político en República Dominicana. Por consiguiente, consideramos de interés estudiar su concepción sobre el Estado, a fin de comprender sus vínculos y sus diferencias con otras concepciones trabajadas por otros autores especialistas.
En el contexto anterior, algunos escritores contemporáneos analizan una nueva concepción sobre el Estado en el ámbito del mundo globalizado, que, por razones obvias, tendrá que ser sustancialmente diferente.
Hay que precisar que el fundador de los partidos Revolucionario Dominicano (PRD) y del de la Liberación Dominicano (PLD) trabaja el concepto de Estado en varias de sus obras. Sus escritos sobre esta temática parten inicialmente de la necesidad de establecer, para el caso específico de República Dominicana, la diferencia entre Gobierno y Estado.
Al abordar la problemática del Estado, explica que, aunque la Constitución Dominicana establece, en el Artículo 4 del título 1, Sección 1 (de la Carta Magna vigente en el 1980), que en la República Dominicana funcionan tres poderes (el Poder Ejecutivo, el Poder Legislativo y el Poder Judicial), y que esos tres poderes son independientes en el ejercicio de sus respectivas funciones, el poder de Estado es sólo uno y no tres, tanto en la República Dominicana como en cualquier país del mundo organizado como Estado. Bosch considera que la fuente de autoridad de esos poderes y la manera como se ejerce esa autoridad están directamente relacionadas con el grado de desarrollo político de la sociedad (/Bosch, 1980, Artículos de temas políticos).
Para Bosch, en los países subdesarrollados, la independencia entre los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial es un espejismo, porque, según él, en los países donde el desarrollo político es escaso no se percibe la existencia del Estado, al que se confunde con el gobierno. Para Bosch, el Estado, en países como el nuestro, tiene el don de desaparecer a los ojos del pueblo ya que para la mayoría de la gente, Estado y gobierno significan lo mismo y el jefe del Estado es, a su vez, el jefe del gobierno (Bosch, revista Política: Teoría y Acción, año 1, No.10, octubre, 1980).
Conceptualmente, Estado y Gobierno no significan lo mismo, aunque el gobierno es el administrador del Estado. Según Bosch, los gobiernos son pasajeros y el Estado no lo es, por lo menos a corto plazo. Sin embargo, lo que hace el gobierno, las responsabilidades que asume, obligan al Estado. El Estado es el responsable de los compromisos que hacen los gobiernos.
Además, entendía que el Estado no puede tener existencia si no posee el dominio de la soberanía sobre su territorio y sus ciudadanos; y en ese proceso el sentimiento patriótico juega un papel muy importante (El Estado, sus orígenes y desarrollo, 1987). Establecía que las luchas por la independencia conducen de manera inevitable a la fundación del Estado y sólo el Estado puede garantizar la independencia de la Patria.
Bosch entiende que los Estados no estén formados por hombres solitarios, sino por sociedades que ocupan un territorio determinado y fijo; el territorio es la base permanente de sustentación del Estado (Bosch, PLD: Colección Estudios Sociales. 1990). El Estado no es una entidad que, según Bosch, pueda existir aislada.
Una mirada a lo anterior muestra que el político y escritor estuvo claro en su abordaje del Estado no solo para su época, sino que dio un paso hacia el futuro en su concepción acerca del Estado.