Hoy recojo parte de la información que involuntariamente tuve que no exponer con anterioridad sobre este tópico, debido a las agencias cargadas con la responsabilidad de publicación del gobierno norteamericano tienen varias versiones a disposición de los solicitantes que difieren, tal como difieren las ediciones de libros. Hoy he usado una “versión completa” que obtuve durante el transcurso de la semana. Prosigo con el informe.
Hemos hablado con funcionarios dominicanos desde el inicio de esta investigación y estamos convencidos de que el gobierno tiene la voluntad política para continuar la lucha contra el narcotráfico. Las autoridades dominicanas admiten que hay la existencia de algunos problemas graves de soborno y de intimidación a las autoridades policiales y judiciales de bajo nivel, quienes están extremadamente mal pagados y son objetivos maduros para tal tipo de corrupción. Si las instituciones democráticas de la República Dominicana son de hecho tan débiles como se reporta, habría de esperarse que pudiésemos trabajar con nuestros amigos en el gobierno dominicano para ayudarlos en el fortalecimiento de estas importantes entidades democráticas.
El gobierno dominicano también nos ha dicho que, en términos de drogas para controlar la cooperación con los EE. UU., ha hecho todo cuanto se le ha pedido. Me gustaría señalar dos acciones muy recientes que han demostrado la voluntad del gobierno dominicano de cooperar en este problema. El viernes pasado, el presidente Balaguer envió al Senado dominicano dos importantes acuerdos internacionales para el control de narcóticos con recomendación favorable para la ratificación. También yo insto a nuestros colegas legisladores dominicanos a aprobar con prioridad la ratificación de estos acuerdos.
En adición, el lunes –22 de marzo de 1993– las autoridades dominicanas arrestaron a Francisco Franco. Franco era un fugitivo buscado en los EE. UU. con cargos por el tráfico de cocaína, y quien había permanecido en la República Dominicana durante varios años y había mantenido desde allá la dirección de sus operaciones de narcotráfico. Su arresto es un paso muy positivo. Felicito al Presidente Balaguer por el arresto y por sus recomendaciones legislativas. Espero que escuchemos más sobre ambos asuntos hoy.
Después de nuestra serie de consultas del año pasado, la Administración –el Poder Ejecutivo de Estados Unidos– envió un equipo interinstitucional a la República Dominicana para que se reuniesen con funcionarios dominicanos en pos de desarrollar un arreglo de cooperación más productivo en la la ejecución del aplicación de (control) drogas, y para presentar formalmente una lista de prófugos dominicanos buscados en los EE. UU. Estamos ansiosos por conocer más sobre los resultados de esta misión.
Entendemos que el tratado de extradición existente entre la R.D. y los Estados Unidos tiene más de 80 años y que es obsoleto.
Podría llevarse varios años la negociación de un nuevo tratado. Mientras tanto, puede haber formas para la cooperación en esta área, tales como a través de la ratificación de acuerdos multilaterales. Estamos ansiosos de escuchar sobre el progreso en esta área.