Transparentes, libre pensantes y flexibles, pero también delicados y volubles. Tolerantes con las preferencias ajenas y solidarios con las causas comunes -como la preservación del medio ambiente, la lucha por la paridad de género o el repudio a los regímenes absolutistas– pero, se muestran renuentes a expresar sus sentimientos porque piensan que sería debilidad; se resisten a buscar ayuda, aunque la necesiten a gritos. Paradójicamente, sienten que todo gira a su alrededor y son hipersensibles a lo que piensen de ellos, aunque aparenten indiferencia, porque se ofenden fácilmente.
Amantes de las mascotas, más que de los seres humanos que les circundan, se relacionan con mayor facilidad en el ciberespacio que con algún miembro de la familia, recelan de la intimidad de compartir sus inquietudes y no tienen tantos prejuicios como los mayores. Viven inmersos en un ambiente global, sumergidos en un universo macro, muy actualizados del acontecer mundial, aunque no conozcan el nombre del vecino o el apellido del compañero de estudios, (mucho menos dónde vive), pero sí hacen causa común con las reivindicaciones y protestas del otro lado del planeta. Encapsulados en las redes, se expresan constantemente en ese espacio sideral y no pasan de monosílabos para su entorno, sobre todo hacia los que representan autoridad o jerarquía.
Se presentan abrumados con las responsabilidades cotidianas, pero están dispuestos a recorrer el más lejano de los continentes, independientes y ciudadanos cosmopolitas, con la misma facilidad con la que evaden los vínculos afectivos, aunque necesiten el cariño como el que más. Se resisten a la planificación a largo plazo y al esquema tradicional de casarse y tener hijos porque consideran al matrimonio una armadura sin llave de liberación, prefieren mejor convivir un tiempo y ver luego qué pasa; las relaciones son el trayecto, no el puerto de llegada, la capacidad de recuperación de una ruptura sentimental es tan rápida como la apertura para entablar otra, el inmediatismo es la clave de sus existencias.
La vocación es una búsqueda constante de satisfacción personal que no siempre llega, se trata de experimentar el momento para pasarlo como si no hubiera mañana, solo el presente es lo importante, por lo que hay que vivirlo con intensidad. La moda es una forma de expresión para ser diferentes, porque ser del montón es impensable. La felicidad debe ser el estado permanente, la tristeza es solo para los débiles y sería una señal de derrota. Aparentan ser infalibles en su juventud y que pueden con todo, pero, ante cualquier soplo, pueden resquebrajarse, como trozos de cristal cuyas piezas difícilmente se recomponen, porque, ante la ruptura, no hay sutura.