El miércoles de esta semana la Fuerza del Pueblo ha presentado al país su programa de gobierno, esto es, el conjunto de propuestas que esta organización política y su candidato a la presidencia, Leonel Fernández, se comprometen a ejecutar en el período 2024-2028 de ser favorecidos con el voto popular en los comicios del venidero 19 de mayo.
No es común ni frecuente que en el país los partidos políticos ofrezcan a la ciudadanía un catálogo de propuestas que permita a los electores ejercer a conciencia su voto una vez que este haya sido es- tudiado y debatido. Leonel Fernández siempre lo ha hecho, anteriormente cuando fue candidato en el PLD y en presente cuando lo ha sido de la Fuerza del Pueblo. Lamentablemente, este ejemplo no ha sido seguido por los demás candidatos y partidos políticos que se han limitado hasta ahora a promover la figura de su aspimo gobierno de Leonel Fernández que tendrán como objetivo lograr el progre- so, la justicia social y la seguridad ciudadana mediante una nueva ola de transformaciones en la República Dominicana.
El programa, de un amplio contenido, comienza por examinar el estado social y democrático de derecho que fue consagrado en la reforma constitucional de 2010 para de inmediato formular propuestas de su fortalecimiento en lo concerniente a la profesionalización del servicio público, la prestación a la ciudadanía de servicios con calidad, las iniciativas legislativas requeridas para su apuntalamiento, la ética en los servicios y la promoción de la justicia independiente, transparente y efectiva.
A seguidas el programa se enfoca en un examen detallado de las reformas necesarias en los más diversos aspectos de la vida nacional con fines de lograr una República Dominicana que, sin abandonar su modelo de desarrollo fundamentado en el trabajo intensivo, fomente otro de capital intensivo que nos inserte plenamente en esta nueva era digital de teperativas, y como un complemento a es- ta nueva ola de transformaciones especificar las obras públicas que esperan las provincias y el Distrito Nacional.
Ahora bien, en toda la extensión del programa, de 231 páginas en total, se observa una preocupación por lo social, por el mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de nuestra población, y en este aspecto, en busca de un nuevo paradigma de sociedad del conocimiento para el progreso y la justicia social se estudia y se plantea los cambios necesarios para el mejoramiento de la educación, la salud, la seguridad social, la atención integral de la niñez y la adolescencia, la protección de los adultos mayores, el cuidado y protección de las personas con discapacidad y el apoyo a la igualdad y equidad, en especial a la mujer y al desarrollo integral de la juventud.
Un capítulo especial es dedicado a la generación de empleo, para lo cual es necesario garantizar un crecimiento económico sostenido de un 5% como promedio anual, lo que permitirá inducir a una mayor formalización del empleo for trabajo decente.
La cultura, los deportes, el medio ambiente y los recursos naturales, el turismo, la energía tampoco podrían estar ausente en este ambicioso plan de gobierno, y como colofón el examen de las relaciones internacionales, órbita en la cual se incluyen iniciativas concernientes al fortalecimiento de una diplomacia dirigida a la expansión del comercio y el turismo, a servicios consulares modernos, eficientes y transparentes, a las políti- cas a seguir respecto a los dominicanos en el exterior y a las relaciones bilaterales con Haití.
Respecto a este último renglón el programa se compromete a brindar apoyo al intercambio comercial transfronterizo, pero con un plan de organización que garantice seguridad, con acceso individualizado, registro migratorio y sanitario y carnés biométricos. Asimismo, una readecuación de la actual “valla perimetral inteligente” y la edificación de un muro virtual con drones, sensores y tecnología de punta. Un programa para el progreso.