En la semana que acaba de transcurrir, en República Dominicana tomó notoriedad, de ahora para ahorita, una entidad denominada “Antigua Orden Dominicana”. En lo que a mí respecta nunca antes había oído el nombre de esta entidad que tiene como coordinador a un joven de apenas 28 años, llamado Ángelo Vásquez.

Llama mucho mi atención la vestimenta que usan sus miembros como símbolo; una vestimenta muy parecida a la que usan algunos estamentos militares. Confieso desde esta columna mi desconocimiento absoluto del origen y propósito de esta entidad que en pocos días ha concitado la atención de los diferentes sectores de la vida nacional, con ocasión de una marcha pacífica que habían convocado para el Hoyo de Friusa, un sector ubicado en Bávaro, Punta Cana, caracterizado, además de las oportunidades turísticas que ofrece la región, por una alta presencia de inmigrantes haitianos, según indican fuentes noticiosas calificadas. Hasta el propio presidente de la República tuvo que referirse a esta convocatoria durante “LA Semanal”, su encuentro con la prensa que realiza cada lunes en el Palacio Nacional.

No hay dudas de que esta iniciativa logró la mirada del país y más allá de nuestras fronteras, incluida mi persona, y dediqué parte del pasado domingo 30 de marzo a dar seguimiento, desde el inicio hasta el final, a las incidencias de dicha convocatoria.

Pude observar el amplio despliegue policial y militar, inusual en este tipo de manifestaciones, llegando a pensar que podía haber allí más efectivos de la fuerza del orden público que de los propios manifestantes; sin pretender hacer juicio de valor, es posible que la seguridad del Estado manejara informaciones que le llevaran a este despliegue.

De mi parte, siempre soy opuesto a los “pro o contras” efímeros y/o coyunturales. Sí, estoy muy definido en la necesidad de la creación de un Frente Nacional por el rescate de nuestra soberanía. Desde esta misma columna, en fecha 4 de marzo publicamos un artículo titulado “Un frente nacional por el rescate de la soberanía”, donde expresamos nuestra preocupación por el curso que han venido tomando los altos ideales de libertad, independencia y soberanía desde aquel 27 de febrero de 1844. Nos referimos también a cómo los viejos esquemas de dominación, la amenaza de la injerencia, las intervenciones militares, la ofensiva de un nuevo tipo de terrorismo contra los pueblos, la supeditación a potencias extranjeras, entre otros males, están marcando el contexto global con incidencia local para las naciones de nuestra américa; cómo en nuestro propio territorio la injerencia estadounidense nos dice qué hacer y cómo hacerlo, tal como hizo el Secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, durante su visita al país en febrero pasado, desconociendo que este país tiene sus propias leyes.

A propósito de esta, nuestra visión y de la organización política a la que pertenezco, el Movimiento Izquierda Unida, recordamos esta frase del compañero Fidel Castro Ruz: “Inventar un falso enemigo solo puede tener un propósito, rehuir al enemigo verdadero.”

Las acciones de la Antigua Orden Dominicana por la defensa de la soberanía, por el cumplimiento de nuestras leyes migratorias, no las vemos mal, pudieran ser insuficientes y unilaterales, porque nuestras leyes migratorias deben ser aplicadas a todos los extranjeros sin distinción que estén de manera irregular en nuestro país. ¡A todos!

Otros aspectos que las autoridades deben observar, en el marco de nuestras leyes, es la contratación de inmigrantes indocumentados, especialmente haitianos, por parte de empresarios que procuran mano de obra barata y por demás brindan un trato discriminatorio e incumplen acuerdos con esos “trabajadores”. El incumplimiento al pago por trabajo realizado fue lo que detonó la reacción de decenas de haitianos en el Hoyo de Friusa. Asimismo, debe haber sanciones legales contra los haitianos que hoy están alardeando a través de videos en las redes sociales, su supuesta victoria sobre los dominicanos que participaron en la marcha, como si las autoridades policiales y militantes estaban allí para protegerlos solo a ellos. Esto es una provocación que debe ser frenada de manera ipso facto por las autoridades; deben ubicarlos y ponerlos de aquel lado del río Masacre. La ley es para todos y contra todo acto que riña con la convivencia pacífica y con el orden público.

En el caso de la soberanía, es cierto que la hemos ido perdiendo, de muchas formas, porque ello no solo implica presencia ilegal de inmigrantes y apoderamiento de zonas territoriales, la soberanía implica el territorio nacional con su mar territorial, sus recursos naturales, su biodiversidad, su patrimonio natural y cultural, su pueblo con su idiosincrasia. Entonces, debemos globalizar todo aquello que sea lesivo a nuestra soberanía desde un verdadero concepto de nación.

En el contexto actual internacional y nacional y sus perspectivas, urge desarrollar un movimiento en defensa de la soberanía, y algo más, desarrollar acciones que unifiquen a todas las fuerzas vivas del país capaces de levantar la bandera en alto por el rescate total de nuestra soberanía.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas