A propósito de la celebración de las elecciones municipales, en las que el Partido Revolucionario Moderno (PRM) resultó ser el máximo ganador, hace mucho que vengo planteando el fortalecimiento de las ciudades a través de las autoridades locales.
Es tiempo ya que las alcaldías y distritos municipales sean más que recogedoras de desperdicios y constructoras de parques en sus ciudades, y se conviertan en impulsores del desarrollo de las comunidades y formadoras de ciudadanía, como sucede en otros países.
La promoción de la cultura debe ser una labor prioritaria de las autoridades municipales, con el propósito de difundir y empodéranos de nuestras sanas costumbres, así como resaltar los valores dominicanos.
Las historias de las comunidades, junto con la general, deben ser contadas en cada esquina de nuestros sectores, para que niños y jóvenes recuerden siempre las hazañas de los grandes dominicanos, que han forjado caminos fructíferos para todos a través de sus obras. Por ejemplo, con la colocación de tarjas resaltando la historia del personaje o la razón del nombre de cada calle, avenida y autopista.
Los deportes, definidos como uno de los caminos más sanos para niños, jóvenes y adultos, merecen una mayor atención en las comunidades; no solo con la colocación de un tabloncillo de baloncesto, sin el posterior seguimiento de su uso adecuado, mantenimiento y el debido apoyo a los deportistas.
Necesitamos más educación y concientización ciudadana sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, mantener el ornato y de no ensuciar las vías públicas para no tener que limpiarlas. Esas labores se deben realizar en conjunto con las juntas de vecinos, iglesias, clubes y otros grupos comunitarios.
La construcción o bacheos de las calles internas de los sectores debe ser cumplida directamente por las autoridades municipales, y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones solo encargarse de las avenidas, carreteras y autopistas.
Algunas ciudades gritan por su ordenamiento, con la eliminación de obstáculos y negocios improvisados en aceras, contenes y calles, así como con el control de animales que pululan en vías públicas.
Incluso, las autoridades municipales pueden aportar asesoría sobre negocios a los comerciantes de sus zonas, con el propósito de contribuir con el crecimiento económico de su territorio, basado en la justeza y mejoría del trato a los clientes, quienes a la vez son sus vecinos. Con esa acción se fortalecerían los negocios locales y la buena vecindad.
Para asumir verdaderamente esas y otras funciones importantes para el desarrollo de las comunidades, las autoridades municipales deberán contar con una planificación bien definida, así como con un mayor apoyo presupuestario.
La descentralización del Gobierno, a través del fortalecimiento de las autoridades municipales, es el camino tomado por muchos países para alcanzar un desarrollo sostenido y real para todos sus ciudadanos.