El impacto del virus, como hemos visto, ha tenido y tendrá múltiples derivaciones. Asumiendo la cruda realidad como punto de partida aún con sus tan dolorosas consecuencias, puede ser al mismo y en varias vertientes, una oportunidad de la humanidad para mejorar, para avanzar.
Estados Unidos es en lo económico, militar y científico (esto debería referirse de primero) la principal potencia del mundo. De ahí que el impacto del virus en ese país tiene directas consecuencias para todas las naciones del orbe.
En lo que respecta a la República Dominicana el impacto del virus en los Estados Unidos tiene muy profundas consecuencias. Más de 2 millones de dominicanas y dominicanas son parte directa de la población estadounidense; además de que “los de aquí” en una gran proporción reciben ayudas directas de “los de allá” que si es más de uno, al sumar como relación económica estaríamos hablando de la mitad de la población dominicana.
En el intercambio comercial es Estados Unidos la principal fuente y destino de bienes y servicios, es decir tanto de las importaciones como de las exportaciones de la República Dominicana.
Por lo tanto el impacto del virus en los Estados Unidos es un tema de verdadera trascendencia para nuestro país y así para la mayoría de las naciones.
Acontece que los Estados Unidos ha sido de los países más afectados por el virus; provocando verdaderos estragos en su economía, es-por mucho- el país con mayor número de fallecidos y tiene de las tasas más altas de fallecimientos por causas del virus por número de habitantes.
El impacto del virus en los Estados Unidos se ha agravado y podría agravarse más en cuanto al funcionamiento del Estado norteamericano como su más alta expresión de organización. Al grado tal que las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre presentan reales dificultades en cuanto a ejercer el derecho al voto de la manera preferentemente acostumbrada y se estima que más del 70% podrían hacerlo por la vía del correo, con las dificultades que ocasionaría en cuanto al conteo y decisión final en relación al ganador, cuando las encuestas indican que la diferencia de preferencia entre los candidatos no sobrepasa el 8%.
A los comentados preocupantes impactos del virus, se agrega lo más reciente: el Presidente y candidato se ha contagiado, además tiene precondiciones que lo hacen más vulnerables a los peores efectos.
Por las tan variadas razones consideradas hay que estar muy atentos a la situación que afronta los Estados Unidos y augurar que se puedan lograr las mejores salidas a su tan difícil situación.