En mayo del pasado año, la Dirección de Evaluación de la Calidad de la Educación del Ministerio de Educación planificó y dirigió la primera evaluación diagnóstica nacional para estudiantes del tercer grado del primer ciclo de primaria. Dicho proceso responde al compromiso suscrito en el Pacto por la Reforma de la Educación en cuanto a establecer un sistema de evaluación que permita monitorear los desafíos y los logros de los aprendizajes de los estudiantes dominicanos. En tal sentido, la Ordenanza 1-2016 norma la realización de estas evaluaciones censales con fines diagnósticos, no para promoción de los estudiantes
Esta evaluación implicó la aplicación de pruebas de Lengua Española y Matemática, y la recolección de información adicional sobre las escuelas y su contexto. De ahí que puede relacionarse el resultado de los aprendizajes de los niños con elementos como edad, género, modalidad de centro, condición socioeconómica de las familias, entre otros factores. Los resultados de este proceso fueron presentados recientemente en un acto público, presidido por el ministro Andrés Navarro, y divulgados en detalle en impreso y digital. En el evento se mostraron los niveles de desempeño de los niños a nivel nacional, por regional, por distrito, y se ofreció una descripción técnica de las pruebas utilizadas.
En estos resultados, se destaca que “la mayor cantidad de estudiantes se concentra en el nivel elemental” (MINERD;2018), menos del 30% de ellos alcanzó un nivel satisfactorio (competencias establecidas, según currículo para un estudiante al término de su tercer año de la educación primaria). Asimismo, hay que resaltar, la brecha entre el desempeño de los niños de centros educativos públicos y privados, niños en sobre edad y niños en edad teórica; y en menor proporción, entre niños de zonas rurales y de zonas urbanas. Por otro lado, los resultados arrojan mejores desempeños en los niños que asisten a centros de Modalidad de Jornada Escolar Extendida, que los niños en escuelas convencionales.
Estos resultados implican aún muchos desafíos para el sistema, así como la redefinición de políticas públicas y de estrategias de inversión basadas en evidencias. Por otra parte, la organización, administración, y sistematización de los datos a fin de obtener resultados confiables, así como la presentación de resultados, junto con las orientaciones que los acompañan, constituyen una muestra de que el país está avanzado en materia de educación preuniversitaria.