El mercado de las criptomonedas ha crecido de forma impresionante en la última década e incluso gigantes mundiales de las finanzas como JP Morgan y Goldman Sachs ahora están invirtiendo millones en ellas.
La posibilidad de beneficios en un lapso más corto que el de otros tipos de inversiones hace este mercado atractivo para muchas personas, sin embargo, la escasa regulación lo convierte en un escenario ideal para diseñar fraudes como los esquemas Ponzi.
Un esquema Ponzi es el nombre dado a un sistema utilizado en los años veinte por el italiano Carlo Ponzi consistente en la obtención de ganancias para un grupo inicial de inversionistas a partir del dinero aportado por los nuevos, generándose cada vez más beneficios si crece la cantidad de personas que son reclutadas para formar parte del mismo y ofreciendo retornos a las inversiones de unos con las inversiones de otros, hasta que eventualmente se produce un colapso en el que muchos quedan engañados.
Dirigida a un público con poco conocimiento de finanzas, esta operación promete alta rentabilidad en poco tiempo y sin documentación, y como usualmente está vinculada a un negocio no registrado y con poca o ninguna regulación, los riesgos para el que se involucra son muchos.
El mercadeo siempre es directo, justamente por esta falta de regulación. Nunca vemos negocios de este tipo anunciarse en periódicos, radio o televisión, sino que las promociones se hacen en lugares privados (como reuniones en casas), donde en un mecanismo “tú a tú” se arroja un anzuelo a los invitados prometiendo espectaculares ganancias con una primera inversión.
Para que esto funcione (siempre de forma temporal), necesita de la credulidad e ingenuidad de personas cuyo razonamiento casi siempre se ve opacado por el deseo de dinero rápido.
Y es cierto que muchos ganan. Por eso siguen surgiendo pirámides y por eso tantos testimonios de gente feliz y emocionada, pero a pagar por esos privilegiados es alto: La estafa de muchos otros que han quedado en la bancarrota.
Aunque aún no es el caso de la República Dominicana (pero ya hay intención de estudiarlo), en numerosos países del mundo esta práctica, también conocida como “esquema piramidal’, está prohibida y castigada por ley.
Lo ideal, para evitar lamentos futuros, es informarse bien antes de formar parte de cualquier tipo de negocio, acudir a buenos asesores financieros y sobretodo huir de todo aquello que promete dinero fácil y con poco esfuerzo.