No es tarea fácil trascender en el tiempo, sobre todo cuando se abraza una causa que no necesariamente está de “moda”. Cuando nuestras acciones, ya sean grandes o pequeñas tienen un impacto en la gente, es una señal que certifica que hay un legado y trascendencia.
La pasada semana se llevó a cabo la primera edición del Premio Mujeres que Inspiran, en el que fueron reconocidas cinco mujeres representantes de diferentes sectores de la sociedad.
La selecta lista inicia con un referente en la comunicación, Milady Cuello de Cabral, más de 50 años en la comunicación, con una impronta que ha sido difícil de superar. Una mujer que inspiró y seguirá inspirando a muchas otras en la comunicación, tras abrirle paso a muchas de ellas, en un medio que en sus inicios veía a la mujer aún con cierto recelo.
Thais Herrera, tan sólo de pensar que se ha propuesto escalar las montañas más altas de los 7 continentes, merece respeto y más tras saber que es la primera dominicana en subir al monte Everest, misión que algunos hombres no han logrado.
En el sector empresarial, había que tener muchas agallas para abrirse paso cuando los hombres dominaban el liderazgo empresarial. Rosa Margarita Bonetti, presidenta de la Fundación Propagas no sólo ha tenido fortaleza para plantar su impronta, también ha demostrado que se puede abrazar causas que necesitan de más voces como la defensa del medio ambiente.
Una mujer de las entrañas del barrio, atravesaba cada mañana el puente caminando para recibir enseñanza porque no quería ser un número más de las madres solteras de su sector. Fanny Zuleika Guzmán, es sin dudas una mujer que ha trascendido en el tiempo.
Y qué decir de Rosa García Crespo, una mujer revolucionaria, decidida, que convirtió una condición de su hija en una hermosa manera de darse a los demás. Más de 40 años dedicada a la educación en Puerto Plata.
En las reconocidas está representado el trabajo y dedicación de la mujer dominicana, que pese a las dificultades ha dejado una impronta, en un mundo que no termina de reconocer que todos merecemos las mismas oportunidades. Estoy segura que todas seguirán trabajando en pos de más conquistas que puedan inspirar a otras que necesitan de más motivación para seguir adelante, comprometidas con dejar una huella que trascienda en el tiempo.