Todavía es tema de conversación la visita del presidente Luis Abinader la semana pasada a su homólogo argentino, Alberto Fernández en la Casa Rosada. Aunque el encuentro surtió grandes resultados traducidos en acuerdos importantes para ambos países, hay uno especial que se ha robado la atención no sólo de los diarios locales, sino internacionales.
Medios tan emblemáticos como el Clarín, dieron cobertura amplia a esta visita con un titular que mejor no pudo ser : “Merengue para todos”: la insólita propuesta del presidente de República Dominicana a Alberto Fernández”.
El presidente Abinader en ánimo de poner una nota jocosa en estos encuentros que suelen ser muy protocolares, anunció un acuerdo sorpresa que sacó carcajadas en el salón a muchos, incluyendo al propio presidente Fernández.
Tal vez, sin pensarlo, el mandatario dominicano puso en el tapete y visibilizó un ritmo que cumple este 2022, unos 168 años de historia, tomando en cuenta que fue en 1854 cuando apareció publicado por primera vez el vocablo “merengue” en el periódico “El Oasis”.
Los acuerdos sellados entre ambos mandatarios destacan puntos importantes y más serios que este “acuerdo sorpresa” como por ejemplo el desarrollo hidrocarburífero, la asesoría para la industria vinícola, la cooperación y asistencia técnica en materia de trasplante de órganos, extender la tecnología de punta, entre otros, sin embargo, el punto que llamó la atención y se robó los titulares de los periódicos y comentarios y análisis en Argentina y otros países, fue el denominado acuerdo sorpresa, “enseñar a los argentinos que nos visiten a bailar merengue”.
Los merengueros dominicanos deberían estar contentos toda vez que por primera vez en un escenario de esa naturaleza, reservado para temas mucho más serios y delicados, el merengue, fue tema de conversación dado al “acuerdo” con el que ciertamente sorprendió a todos en el salón el presidente Luis Abinader.
En momentos donde los merengueros reclaman atención, promoción y difusión de su música que en virtud de la declaratoria de la UNESCO, es patrimonio inmaterial de la humanidad, qué valioso y oportuno ha sido introducir este tema en el escenario internacional y de qué manera, ya fuere a propósito o simplemente parte de la espontaneidad del mandatario dominicano.
El turista que nos visita, no sólo viene buscando mar y arena, comida y hospitalidad, también disfruta de nuestra música, especial y distintiva, cargada de historia y sabor. No sólo los argentinos, ningún turista se puede resistir a los encantos de una música como el merengue.