El arte ha sido, desde tiempos inmemoriales, un vehículo de expresión, pero también de transformación, aportando a la identidad y la cohesión social.
En el caso de la música, está demostrado su impacto en entornos hostiles, como expresión cultural que además les permite contar sus realidades, así como fomentar el aprendizaje y la educación, ya que, al aprender un instrumento musical, ese niño o joven puede desarrollar habilidades cognitivas y creativas, a eso hay que agregar que permite abrir puertas a programas educativos y con ello llegan oportunidades de empleo.
Todo eso agregado al valor de la cohesión social, esa capacidad de fomentar un sentido de comunidad y pertenencia, empoderando a esos niños y jóvenes debido a que sus voces son escuchadas. Es lo que promueve el arte, ese que en innumerables veces es dejado de lado por los Gobiernos de turno. Está demostrado que proyectos artísticos en comunidades afectadas por la violencia han ayudado a sanar heridas y empoderar a los residentes.
De ahí radica la importancia de este proyecto que fue puesto en marcha el pasado sábado por Roberto Ángel Salcedo a través del Propeep, cuya intención es provocar una transformación cultural en una zona deprimida de nuestra ciudad. “Arte en la 42” busca cambiar esa narrativa que ha dominado por mucho tiempo de la mano de la cultura.
La idea según explicó Roberto Ángel es el fomento de habilidades artísticas y culturales en los niños y jóvenes de esta barriada que alberga una de las calles más conocidas por la realización de fiestas descontroladas que mantienen a la comunidad en vilo y que terminan ocasionando conflictos sociales y promoviendo la no convivencia.
La intervención que propone este proyecto es integral, de manera que la formación conlleva una donación de instrumentos musicales para la formación artística de 300 niños, además de capacitaciones en distintas ramas del arte como la música, la danza y actuación y la entrega de un vistoso “Paseo de los Colores”. Es importante que se entienda que el arte no es solo un lujo o un pasatiempo; es una herramienta esencial para la transformación individual y comunitaria, es un pilar fundamental en la construcción de sociedades más justas y equitativas y lo que es mejor y pocos comprenden, es que al invertir en el arte, estamos invirtiendo en nosotros mismos y en el país que anhelamos construir.