Los resultados de encuestas de preferencia electoral que se han conocido hasta ahora pueden diferir en varios aspectos, pero ya hay una serie de puntos en los que todos los sondeos coinciden, y son hechos aceptados por todos los que le dan seguimiento al proceso electoral. Algunos son hechos palpables, que se respiran en el ambiente, y se ratifican con números en esas encuestas. Por ejemplo, ya está claro cuáles ocupan los tres primeros puestos de preferencia, y es muy difícil que esto cambie de aquí a mayo, y mucho menos de aquí a febrero. El argumento de un “empate técnico” en la primera posición por ejemplo, ya ni siquiera se esgrime. Otro punto que ya no se discute es que solo el oficialismo, al menos en este momento, puede lograr una victoria en la primera vuelta. Se entiende que de la única manera que la oposición lo puede lograr es si concurriera con un solo candidato en mayo. Esto presentaría al electorado dos opciones y no hay tercera fuerza que impida un desenlace en primera ronda. Lo otro que no se rebate es que el presidente está muy por encima en popularidad, que su gobierno, y su partido. Y ahí entra un elemento que a muchos choca, aunque lo ven una y otra vez en las encuestas. La gente dice que la economía va mal y que le preocupan los altos precios, y sin embargo, el mandatario sale con números altos.

Agua y brisita

Los numeritos que se han visto hasta ahora son los del cierre de año, porque no se esperan más resultados, al menos de encuestas creíbles Hay sectores de la oposición que quisieran ver algunos números ahora porque entienden que las lluvias de noviembre pudieron afectar al gobierno. Del lado del oficialismo, de seguro que querrán ver resultados cuando avance diciembre, porque tradicionalmente, la “brisita” ayuda al que está en el poder. Decía un comunicador en estos días en las redes, y no precisamente gobiernista, que “diciembre es del Gobierno”.

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