La actual fase del proceso electoral que en teoría es la precampaña, pero que en la práctica, es plena y pura campaña electoral, tiene un nuevo ingrediente a partir del pasado fin de semana, y es la participación directa del presidente Luis Abinader en su condición de precandidato presidencial. Muchos dirán que no es nada nuevo, y repetirán el cliché de que el presidente siempre está en campaña, porque su figura se promueve permanentemente en los actos oficiales. Pero no es lo mismo, y el que vio los videos de las actividades del sábado y domingo lo puede apreciar. Ahora hay un presidente con un discurso político, en el terreno, acompañado de sus tropas, que en gran medida son sus funcionarios, pero esta vez con ropa de activistas. Y su salida al ruedo está rodeada de detalles. Evidentemente que hubo mucha planificación y organización para que todo saliera como salió.
Los actos
Las actividades que realizó el mandatario en cuatro puntos de la provincia Santo Domingo son similares entre sí, precisamente porque obedecen a un cuidadoso esquema organizativo, y a un mismo guión. La escenografía y la producción artística le dieron un toque distinto a las actividades. Los discursos eran breves, algo difícil de lograr cuando se trata de políticos. En cuanto al discurso de Abinader, el énfasis se puso en la necesidad de continuar los cambios que ha iniciado. El “ni vuelven ni van” no es nuevo, pero no se le había escuchado a Abinader. Es una indirecta muy directa a la oposición porque la expresión le encaja, en su primera parte, al que ya fue presidente, y en la segunda, al que quiere serlo. Su contraataque está dirigido a quienes van a ser sus contrincantes en las elecciones. Para nada mencionó el proceso interno del PRM ni a sus oponentes y eso tiene dos lecturas. O no quiere agraviar a sus compañeros o no les da importancia, porque sabe que será el candidato.