El presidente Luis Abinader ha decidido asumir un rol de líder de transición, con la reforma constitucional que ha propuesto en la que se impone a sí mismo una prohibición de repostularse, aunque con su control del Congreso podía tomar otra vía, más utilizada y propia de los políticos del patio. Todavía hay quienes no lo creen, precisamente porque eso no es lo que se ha visto hasta ahora. Pero si, ciertamente, se da la reforma como se ha planteado, Abinader estaría ejerciendo su rol de facilitador de una transición y propiciaría el surgimiento del relevo.
Transición del 94
En el 1994, hace exactamente 30 años comenzó la transición de una etapa política a otra. En ese momento, el panorama político era dominado por los hoy extintos Joaquín Balaguer, Juan Bosch y José Francisco Peña Gómez. Bosch fue por última vez candidato presidencial del PLD en 1994. Balaguer fue impedido de repostularse en el 1996 con la reforma del 94, aunque luego volvió a ser candidato en el 2000. En el caso de Peña Gómez, fue candidato presidencial del PRD en el 96 y murió dos años después al final de su campaña como candidato a síndico del Distrito Nacional. En esa etapa, el entonces joven abogado y político Leonel Fernández, quien fue candidato vicepresidencial de Bosch en el 94, fue la figura de transición, y de hecho se convirtió en el líder político más importante con la desaparición física de los tres grandes.
Panorama actual
Ya no se trata de líderes de la dimensión de Balaguer, Bosch y Peña, pero en los últimos años han dominado el escenario el propio Fernández, primero por el PLD y ahora en Fuerza del Pueblo; Danilo Medina, del partido morado, e Hipólito Mejía, antes por el PRD y ahora del PRM. Abinader ha sido la figura emergente, pero contrario a Fernández, ha dicho que no insistirá en aspirar a la presidencia, y que piensa jugar un rol de ente de moderación en su partido y en el país.