La reforma fiscal pone a prueba a los políticos del país, desde el presidente Luis Abinader y el oficialismo, pero también a la oposición. Para Abinader es un acto de valentía y responsabilidad, porque arriesga su capital político, independientemente de que no esté pensando en volver. Hay quienes piensan que precisamente porque no vuelve, podría aplazar las medidas nuevamente, lo que sería irresponsable porque implicaría generar males y aumentar distorsiones que tendrían que enfrentar sus sucesores en el Gobierno. En cuanto a los opositores, aunque saben que es una reforma necesaria y que no debe postergarse más, tampoco van a desaprovechar la oportunidad de cuestionar las medidas y buscar rentabilidad política. Hay dos formas de hacerlo, de manera ligera, con el uso de las llamadas “frases cohetes”, o hacer propuestas concretas que sirvan como alternativas a lo planteado por el Gobierno.
Las respuestas
Al PLD las reformas lo han agarrado en medio de un congreso, pero sobre todo en un momento en que vuelven las renuncias de miembros de ese partido. Aun así, ha hecho su esfuerzo por fijar posiciones sobre los principales temas. En el caso de la reforma fiscal, lo más sobresaliente es la exposición que por distintas vías ha hecho Juan Ariel Jiménez, porque ha explicado lo que a su juicio, sería el impacto de la reforma en los bolsillos de la gente, pero también ha hecho propuestas sobre qué debería hacerse. Sus señalamientos pueden ser debatidos, y hasta desmontados, pero están ahí. Sin embargo, su aporte, aunque valioso, no se le atribuye al partido morado, porque lo hace como economista y profesor de Harvard. En el caso de la Fuerza del Pueblo, Leonel Fernández utilizó su encuentro de ayer con la prensa para enumerar los aspectos negativos de la reforma, pero le dedicó poco tiempo, apenas segundos, a presentar lo que a su juicio debe ser el paquete de medidas fiscales que ahora deberían tomarse.