Luego de que la Organización Mundial del Turismo (OMT) le entregara al presidente Luis Abinader y al Ministro de Turismo, David Collado, un reconocimiento por la posición número uno en la recuperación del turismo a propósito del Covid-19, es importante señalar que hemos tenido grandes avances en este sector.
Según los datos suministrados por nuestras autoridades, la industria sin chimenea, motorizó la economía dominicana generando ingresos de hasta US$5,700 millones. Una cifra importante en medio de la recesión económica que supuso la pandemia y la lenta reactivación de las demás áreas productivas de nuestro país. El turismo nos salvó.
Es importante que nuestras autoridades hayan reconocido lo que representa este sector, tenemos un país especial, montañas, ríos, playas, a eso sumémosle lo más esencial, nuestra gente y una comida que permite degustar platos interesantes y distintivos, por el lado culinario no hemos logrado avanzar como deberíamos en el reconocimiento internacional de nuestra comida, apostamos a que suceda. Somos la ciudad primada de América y contamos con monumentos culturales e históricos importantes como parte de esa denominación. Carecíamos de cierta visión para entender que la industria turística genera cuantiosos beneficios para la economía dominicana y por tanto merecía una especial atención.
No sólo es traer turistas al país, sino, hacer las conexiones que se han estado dando en los últimos meses para una presencia importante en término de visibilidad de lo que ofrecemos al mundo.
Es plausible que junto a ese gran esfuerzo por motorizar el sector, se hayan tomado en cuenta acciones concretas para la habilitación y remozamiento de zonas turísticas que requerían de un doliente. Playas sin baños para sus visitantes, llenas de basura y sin orden, algo inconcebible. Collado atribuyó el éxito de la recuperación a la decisión política del Presidente Abinader y a los pilares de innovación, emprendimiento, educación y nuevos destinos. Y en ese orden, explorar nuevos nichos dentro del sector es inteligente. El turismo cultural, por ejemplo, cobra fuerza en muchos países del mundo, y quién mejor que República Dominicana con la ciudad Primada de América, para ofrecer a nuestros visitantes esta opción, un pueblo lleno de historia y cultura por doquier y museos importantes, aunque algunos necesitan todavía la debida atención para su buen funcionamiento, para seguir conquistando más y mejores turistas.
Este reconocimiento que entregó la OMT, debe ser un estímulo para nuestras autoridades seguir adelante, trabajando, sin detenerse, apostando a mayores cambios que aún necesitamos.