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¡Que nadie se espante a lo interno del oficialista Partido Revolucionario Moderno (PRM)! Que nadie quiera espantarse, ni dar muestra de “aspaviento” que ocasione sorpresa.
No hay ninguna razón para manifestar espanto. Porque en las sociedades democráticas -y República Dominicana, tras la caída del sangriento régimen que por casi 31 años dirigió con manos de hierro el recio dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina- en nuestro país es normal que dirigentes políticos, sin importar a los partidos que pertenezcan, tengan sus aspiraciones para optar por la presidencia de la República. Están en su legítimo derecho.
Para dar fuerza a esta opinión, recordemos este ejemplo: el pasado 27 de febrero, minutos antes del discurso pronunciado por el presidente Luis Abinader en el Congreso Nacional, diseñado para la rendición de cuentas del mandatario correspondiente al año 2024, Carolina Mejía, Wellington Arnaud y Eduardo Sanz “Yayo” Lovatón, hicieron ver su poder mediático al desfilar en los pasillos legislativos haciéndose acompañar de grupos de diputados y senadores que les manifestaban sus simpatías.
Carolina Mejía, alcaldesa del Distrito Nacional, adorada hija del expresidente Hipólito Mejía y quien no cesa en su campaña con miras a ganar la nominación presidencial de su partido, fue la primera que subió las escalinatas hasta llegar al salón de la Asamblea Nacional.
Resaltar que el ruido de Carolina -y así lo publicaron los medios noticiosos, especialmente con el trabajo de los reporteros gráficos y los camarógrafos- se sintió más que el de sus otros compañeros.
El presidente Luis Abinader, y este detalle es muy importante recordarlo en este artículo, ratificó que “ni pensarlo que yo vuelva a ser candidato presidencial”. Y agrego a su advertencia: ¡Basta con ochos años corridos como mandatario!
En su encuentro con los periodistas de LA Semanal no vaciló en declarar que no volverá a ser candidato, pero además de que tampoco intervendrá en la lucha interna de los aspirantes y espera que haya una contienda armoniosa.
Lo que interpreto es que Abinader ha sido bien claro porque su anhelado deseo -el que también debe ser el de la cúpula perremeísta- es que el PRM se mantenga en el poder más allá de agosto del 2028.
Ahora esta pregunta, que podría ser calificada de “capciosa”: ¿Quién tiene más pool -posibilidades reales- para representar al PRM en las elecciones del 2028?
Anoten estos nombres (son figuras bien conocidas de la política vernácula): Raquel Peña, David Collado y Carolina Mejía.
Pero, ¿y no hay más aspirantes? La respuesta, sin medias tintas, la tendrán -bien esbozada- en la segunda y última entrega de este trabajo. Sí, espérenla.
Continuará…