Desde la llegada al Palacio Nacional del Partido Revolucionario Moderno (PRM), el presidente Luis Abinader ha tenido que sacar la cara por temas que no están destinados a ser tratados por un mandatario ante la ausencia de un funcionario que ejecute con efectividad las funciones para las cuales fue escogido. Ejemplos podríamos citar varios. Uno reciente es el que enfrentó a los taxistas de la plataforma Uber y los tradicionales taxis turísticos ante las regulaciones que establecería el Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (INTRANT).
El Presidente de la República debió asumir el tema de manera personal para que no siguiera ocupando primeras planas en los medios escritos del país y parar los enfrentamientos del sector.
El gobernante ha tenido que ir en auxilio de alcaldes, como el de Santo Domingo Este, Manuel Jiménez, quien según ha expuesto en reiterados momentos encontró situaciones difíciles en la provincia, comenzando por que la basura los arropaba, problema que todavía no ha sido resuelto del todo. En el Instituto de Bienestar Estudiantil (INABIE) el caso también ha exigido la intervención directa del presidente Abinader.
Si repasamos los más de 16 meses que tiene este gobierno en el poder, han sido varios los casos donde el primer mandatario ha tenido que intervenir, para solucionar situaciones que se han salido de control. Y si a eso le agregamos los funcionarios que dan declaraciones alegres, habría que entender que el Presidente tiene un trabajo complicado que hacer por estos cuatro años, con un gabinete que no siempre le ayuda.
Entre el fideicomiso de Punta Catalina y los pronunciamientos de Milagros Ortiz Bosch, veterana política y directora general de Ética e Integridad Gubernamental (DIGEIG), sobre el 50+1 que establece la Constitución para ganar las elecciones presidenciales en primera vuelta, desde Madrid, España, Luis Abinader tuvo que responder preguntas al respecto dejando claro que a ella “la mal interpretaron”, agregando que él nunca permitiría que se modifique la Constitución para fines electorales.
Al Presidente de la República no lo están ayudando. Es probable que la inexperiencia en la administración pública de algunos de sus funcionarios sea uno de los puntos que debe afrontar el líder del PRM con miras a un proyecto de reelección, dado a que la luna de miel podría terminar con el posible poder de la oposición, si se unifica.