Algunos verbos se nos complican a la hora de conjugarlos, sobre todo en el tiempo pasado y, en especial, los que son irregulares, que son aquellos que no se ajustan a los paradigmas de conjugación de los modelos que más conocemos y solemos utilizar, como los casos de “amar”, “temer” o “partir”.
Si pasamos página refrescando sobre lo aprendido en las aulas en nuestra niñez y adolescencia, debemos saber que, al aplicar la primera persona, el pasado del verbo tener, es “yo tuve”; de caber, es “yo cupe”; el de exponer, “yo expuse”; el de conducir, “yo conduje”; de sustraer, “yo sustraje”; el de satisfacer, “yo satisfice”, entre otros ejemplos.
Y a propósito del ejercicio del segundo párrafo, los invito a evocar aquellas clases en las que nuestros profesores nos explicaron que los verbos son esas palabras que indican acciones o estados que hacen las personas. Sé que casi todos los de mi generación recordamos las oraciones del famoso libro Nacho con el que la mayoría de los niños dominicanos estudiamos, en el que todavía recordamos: “Yo amo a mi mamá”, “Mi mamá me mima”, “María lava la ropa”: ¡El verbo siempre será la acción!
Importante apuntar en esta parte que no debemos olvidar que el verbo se compone de dos partes fundamentales: el lexema o raíz, que expresa su significado y el morfema o la desinencia, que indica el número y la persona gramatical, así como el tiempo, el modo y el aspecto verbal.
Recordemos que el lexema del verbo se obtiene quitando las terminaciones -ar, -er, -ir. Por ejemplo: “Yo camino hacia el destino que construyo con mis acciones”, en este caso el verbo es “caminar”.
Según la gramática española, existen tres clases principales de verbos en español: los infinitivos, los cuales identificamos en todas aquellas acciones terminadas en “ar”, “er” o “ir”; el gerundio, que se conjuga con la terminación “ando o iendo”; y el participio, en cuya conjugación impersonal su terminación es “ado o ido”.
Es importante tener en cuenta que estas tres clases principales de verbos a su vez agrupan más verbos secundarios. Estos son los transitivos, que son esas acciones que se ejecutan en presente o pasado simple; pronominales o reflexivos, aquel que se conjuga con un pronombre personal de la serie reflexiva en todas sus formas (me, te, nos, os, se) y los impersonales, que requieren de una conjugación en infinitivo para la tercera persona del singular.
Es maravilloso saber que a diario usamos todos estos verbos, pero sería aún más grandioso poder identificarlos al momento de utilizarlos. Ciertamente, con el tiempo se nos van olvidando la raíz y las derivaciones de los conceptos gramaticales, por eso ejercitar la mente es tan importante con la lectura y, con ello, refrescar lo que nos enseñaron en la vieja escuela.
¡Gracias por leerme!