En abril de 2007, el entonces Presidente Leonel Fernández afirmó que “a un Presidente de turno no se le desafía”. Unos años más tarde, en Junio de 2014, Fernández se expresó públicamente sobre el controversial tema de la reelección presidencial haciendo varias afirmaciones que en el escenario actual no deben ser ignoradas, entre ellas que no se opondría a que Danilo se reelija.
Aunque esto lo dijo Leonel en varias ocasiones, en esas declaraciones del 29 de Junio recogidas por el Listín Diario y que fueron las más amplias y detalladas que él ofreció sobre el tema en cuestión, puntualizó que si Danilo quisiera seguir en el poder no lo confrontaría y preferiría dar un paso al costado porque “la antorcha no se arrebata”. Y no sólo se refirió a la posibilidad de una aspiración de Danilo, sino que fue enfático al hablar de “la mayoría” cuando dijo “si es lo que quiere la gente”.
Imagino entonces que cuando Fernández leyó los resultados de diversas encuestas de reconocimiento y prestigio internacional y se percató de la popularidad sin precedentes de Danilo Medina, a pesar del desgaste natural del ejercicio del poder, no deben quedarle dudas de qué es lo que quiere esta gente a la que él mismo se refiere en sus señalamientos.
También supongo que cuando se percata que de los 34 miembros del comité político del partido que preside (hay una vacante) hay 23 que quieren abiertamente que Medina siga en el poder frente a 6 que se presume son “del grupo de Leonel”, no sería impedimento para que aquellos 5 que aún están “esperando a ver qué pasa” se inclinen hacia el actual Presidente, toda vez que si en algo Leonel ha sido vehemente muchas veces, incluyendo en las citadas declaraciones, es en decir que jamás se opondría a lo que quiera el partido.
Al recordar y nueva vez leer tan clara posición del pasado Presidente y que no deja lugar a la interpretación, se me hace cuesta arriba entender este slogan de “no hay marcha atrás”, el dinero gastado en motoconchistas y marchas o la cantidad de actos proselitistas que se han hecho para promover a Fernández para asumir otra vez la Presidencia de la República. Parece que donde dijo “digo” ahora es “Diego” y que la lucha por el poder pesa más que la coherencia.