Lo había dejado tentado la semana pasada: el desafío de la reelección es con el PLD y aliados. Y tenía que ser así, porque por más que se diga o se torne -corrupción menos u honestidad a prueba- el único referente de gobierno, diferente al actual, lo protagonizó, luces y sombra, el PLD. Y ese dato fáctico no hay Vengoechea ni antiguo satanizador -Andrés L. Mateo- que lo pueda obviar.
Ahora la correlación de fuerzas gira en torno al PLD, su candidato y la alianza, pues es evidente que el pacto PLD-FP-PRD deja tácito que, entre los aliados, gradualmente, habrá sacrificio, como en el ajedrez, porque tampoco era prudente o político quitarse el guante, de sopetón, aún ya convencido de que el techo, de dos, no dejaba de otra.
Entonces, la pregunta que se estará haciendo la reelección y el PRM es: ¿hacia cuál candidato enfilar cañones si el que habían escogido ya se enroscó? Y aunque existe una brecha -tratar de ganar evitando el balotaje-, la matemática y la física, tozudamente, han puesto el relato-gobierno en apuro y Vengoechea no da para tanto.
Difícil trance que fuera de solución temprana o adelantada si los que se acaban de unir hubiesen puesto -quizás asunto de estrategia, quien sabe- en la pizarra nacional la posibilidad de que, en aras de “recatar el país” -como dijo el vocero autorizado-, no se descarta, llegado el momento, la idea de abrazar, como coalición, al benjamín y, de paso, facilitar la transición, porque una apuesta a segunda vuelta, por más que se diga, es tierra de nadie; pero, además, porque no es de conveniencia política -!nunca!- apostar o empujar por un balotaje después de armar un invencible. ¿Para qué?
Por esa brecha se puede colar y maquinar cualquier cosa, por ello el punto sugerido debe aflorar temprano, o en su momento, básicamente por dos razones: a) porque evita maquinaciones; y b) porque reafirma que se quiere “rescatar el país” bajo una coalición y un líder-relevo. Esa sería su fortaleza invencible; pero también, la seguridad-país de que no habrá sorpresa -ni nueva ni vieja-. En conclusión, en la coalición o bloque PLD-FP-PRD se debe despejar, en su momento, el punto o asunto que la pueda hacer zozobrar o vencible….
La coalición es promisoria, y ya marcó el derrotero: o se está con la reelección o con la coalición-oposición. No hay, y por lo que se proyecta -a pesar de aprensiones de voces críticas o contrarias-, ni habrá, un tercero….
La suerte, como dijo Julio César, está echada….