avatar-francina-hungria
avatar-francina-hungria

Cada vez que hacemos alguno de los recorridos de Bastón Blanco, con las figuras que acceden a vendarse los ojos, nos encontramos con todo tipo de sorpresas. Una de las más dramáticas y tristes nos sucedió en la avenida Máximo Gómez con Simón Bolívar, caminando con la presentadora Beba Rojas.

La conductora conversaba con José Beltrán sobre los obstáculos de la ciudad, cuando dice que siente algo blando con el bastón. José golpea también, para detectar de qué se trata.

Beba le dice que parece una persona. Él no lo cree y a modo de broma, le dice: “Tú dale y si no grita, no importa”.

Siguen el recorrido y como es habitual, al concluir, Beba Rojas se quita la venda y camina en sentido opuesto para que pueda ver los obstáculos que superó. En este momento fue cuando sucedió lo dramático: aquel bulto que no respondió a los bastonazos resultó ser un hombre tendido en la acera, sin la más mínima idea de dónde estaba.

Beba se disculpó con él, pero este no dijo nada. Tal como ella explicó, sólo la miró un segundo y siguió tirado ahí.

A menudo hablamos de la necesidad de invertir en más infraestructura vial para garantizar la accesibilidad de la ciudad. Y, de hecho, tanto transporte como conexiones viales son dos de los elementos en los que se aspira a aumentar la inversión en los próximos años, a raíz de la propuesta de reforma fiscal que se discutirá próximamente.

Sin embargo, siempre hemos dicho que la accesibilidad urbana implica que todas las personas, incluso las que están en situación de calle, cuenten con los medios necesarios para vivir en condiciones dignas. Especulando, Beba y José hablaron de que este hombre podría ser víctima de fentanilo u otra droga, o que tendría alguna condición intelectual.

Sea el escenario que fuere, lo cierto es que la ciudad desconoce cuántas personas viven en situación de extrema vulnerabilidad como esta. Y no hablo del 3.2 por ciento que se considera en pobreza extrema, sino de un colectivo mucho más invisibilizado.

Haciendo una búsqueda llana en Google sobre indigencia o población en situación de calle, los resultados fueron desalentadores. Aunque, para sorpresa de nadie, hablaban más de edificaciones que de seres humanos. Y ahí volvemos a ese gran problema que tenemos como país: seguimos visibilizando más los edificios, los vehículos y el asfalto que la dignidad, el las garantías de derecho y la calidad de vida.

Posted in Opiniones

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas