La Educación Basada en Competencias-EBC- es hoy en día la moda más recurrida; pero hay que cuidar que en vez de solución sea una real distorsión.
Desde los años ochenta del siglo pasado varios países llamados desarrollados principalmente integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico-OCDE- han orientado sus esfuerzos en el sentido de que “la mano de obra ha de tener un conjunto de habilidades y competencias que se ajusten a la economía del conocimiento”, tal como expresa uno de sus más emblemáticos documentos publicado en el 2010 por OCDE:
“Habilidades y Competencias del Siglo XXI para los Aprendices del Nuevo Milenio”. Este tipo de consideraciones están asociadas a estudios de economistas como Gary Becker y Teodoro Schultz, ambos premio Nobel de Economía y quienes han hecho grandes aportes a los enfoques de Capital Humano y Economía del Conocimiento.
Pero la educación no se reduce a su valor económico; de ahí que la EBC se interpreta de forma más apropiada cuando se asume como la integración e interrelación de conocimientos, actitudes, valores y habilidades para responder a las exigencias y los desafíos de la vida. Entendiendo lo mucho que puede aportar un aprendizaje efectivo y significativo que no reduce todo al conocimiento, sino que la actitud ante la vida, los valores y la implementación práctica de aquellos tres en las habilidades, es la vía de la buena educación.
Recordar que en el mundo- no sólo en la RD- se habla de crisis de aprendizaje. Significa que aún con cuantiosas inversiones el tiempo en el centro educativo no se traduce en una gran proporción en aprendizaje. Como ya se ha dicho para la República Dominicana es algo muy serio; sólo recordar que en los últimos 6 años el costo de la actividad educativa preuniversitaria es de más de 700 mil millones de pesos. Y, excúsenme la reiteración, más del 20% del Presupuesto Nacional… para llegar a la conclusión en base a evaluaciones muy bien conocidas, de que no hay aprendizaje o que se logra muy poco aprendizaje. Es de los hechos más sorprendentes de la nación dominicana –para escandalizarse- aunque todo parece indicar que en el país aún no son muchos los realmente sorprendidos.
En todos los tiempos, aun restringida, ha existido la buena educación. Que no ha sido otra sino la que se corresponde con el enfoque integral y correlacionado de conocimientos, valores, habilidades y destrezas.
Evitar las distracciones o distorsiones y concentrar a partir de un correcto enfoque de la EBC lo que se hace en el aula. Así y ahí.