Buena noticia: en los esfuerzos para aprender a convivir con la pandemia más prolongada que azota a la humanidad, de las 78 mil personas registradas con VIH/Sida en República Dominicana, 66 mil han tenido acceso al tratamiento antirretroviral y otras están bajo medicación.

Mala noticia: con la llegada del Covid-19, cerca de 20 mil pacientes abandonaron el tratamiento y fueron incorporados a los programas otros tres mil.

Son datos aportados esta semana por el Consejo Nacional para el VIH y el Sida (Conavihsida), cuyos directivos muestran preocupación porque los más afectados siguen siendo los adultos mayores, con una incidencia importante de jóvenes de entre 15 y 35 años.

Pese a que Conavihsida considera como “un leve repunte” los casos nuevos, no se puede pasar por alto que la pandemia del Covid lo trastocó todo en el mundo, y en el caso dominicano se detuvieron programas vitales como los de promoción y educación para evitar la enfermedad.

Pero lo más importante es que se pueda garantizar la sostenibilidad del acceso voluntario a las pruebas, a los medicamentos, a los servicios de salud y, algo fundamental, que no decaiga la prevención, aunque hay que reconocer que han desaparecido de nuestro diario vivir muchas quejas y reclamaciones que eran recurrentes.

Alienta lo que dice Conavihsida, de que cuenta con las pruebas necesarias y suficientes para identificar la afección, y que los interesados en conocer si padecen la enfermedad pueden hacerse la muestra de manera gratuita.

Sobra repetirlo, pero las personas afectadas tienen todo el derecho a una vida digna, a recibir su medicación a tiempo y a desempeñar actividades productivas siempre que les sea posible.

Deplorable es, cuando ha pasado tanto tiempo, que uno de los principales problemas que enfrentan y padecen los afectados de sida sea la discriminación.

Continúan los prejuicios, sigue la desinformación y, lo que es peor, existen políticas deliberadas al respecto que rayan en el desprecio por la vida.

En la lucha contra el sida también hay que pelear para acabar con la desigualdad, solo se trata de ser humano con quienes lo padecen.

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