Imagen oficial de Juan Pablo Duarte
Imagen oficial de Juan Pablo Duarte

Hace exactamente 212 años, un martes 26 de enero de 1813, llegaba al mundo un niño que traía la enorme, excelsa misión de forjar la libertad de un país y de darles a los dominicanos de su tiempo y a los de la posteridad una patria que desde 1844 crecería libre, independiente y soberana.

Juan Pablo Duarte, el verdadero Padre de la de la Patria, con mayúsculas, fue un hombre que no temió al sacrificio y todo lo suyo lo entregó en el altar de su sueño, fraguado primero en la Sociedad Secreta La Trinitaria y después en las luchas por la independencia nacional contra la ocupación haitiana.

Su célebre frase: “Vivir sin patria es lo mismo que vivir sin honor”, resume el proyecto por el que vivió, peleó, padeció el exilio y murió en el ostracismo, muchas veces olvidado y hasta negado por los oscuros intereses de los enemigos del pueblo dominicano que pretendieron quitarle a su misión de libertad el mérito que por honor le corresponde.

Pero la gratitud de los pueblos para con sus héroes y sus mártires no es casual, la memoria histórica siempre se ha basado en un sentido de justicia que trasciende las épocas, las modas y las imposiciones de las élites.

Como todos los años en este nuevo aniversario del natalicio de Juan Pablo Duarte habrá diversas actividades oficiales y ofrendas conmemorativas, se exaltará su figura en el contexto de la historia que le tocó vivir y seguramente muchos jóvenes y adultos identificados con su pensamiento sentirán sus corazones estremecerse de fervor patriótico, y está bien que así sea. Además, se da inicio al Mes de la Patria.

Duarte fue un paradigma de honestidad, de lealtad y patriotismo, por lo que es bueno también recordar una de sus frases más tajantes: “Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre víctimas de sus maquinaciones”.

Es al Duarte vivo, soñador y doliente al que pretendemos rescatar en esta fecha, al hombre que fue capaz de tragarse el miedo para salir a pelear por su país y por su gente, al que se ganó la categoría de prócer porque opuso su pecho a la adversidad, comprometido con su tiempo y con la patria que amó y ayudó a surgir como una realidad incontrastable.

Gloria y loor al verdadero padre de la nación dominicana.

Posted in Editorial

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas