La corrupción es un fenómeno que se perpetúa y se extiende por el mundo, es casi imposible de erradicar y corroe, contamina y envenena la vida de los países y de las poblaciones vulnerables, de ahí que desde hace 21 años se conmemora, porque no se puede decir que se celebra, el Día Internacional contra la Corrupción, establecido por la ONU.
El objetivo de esta efeméride es crear conciencia sobre la importancia y la necesidad de frenar y eliminar en todos los países miembros los actos de corrupción por parte de aquellos hombres y mujeres que se aprovechan de un cargo de poder para enriquecerse a costa de los demás.
La propia ONU afirma que, según sus datos, cada año se paga aproximadamente un billón de dólares en sobornos, esto es un uno seguido de doce ceros, sin contar que se calcula que durante el mismo periodo se suelen robar 2.6 billones de dólares mediante la corrupción, es decir un total del 5% del producto interior bruto (PIB) mundial.
Delitos como el narcotráfico, el contrabando de armas y la trata de personas forman parte de las cadenas de corrupción y perjudican sobre todo a los países en desarrollo, donde los controles son más laxos y la venalidad de las autoridades es mayor, de manera que el dinero que se pierde supera diez veces al dinero que se emplea para asegurar una mejor calidad de vida de sus habitantes.
La corrupción enriquece a unos pocos mientras genera impunidad, fomenta el crimen y el delito, baja los niveles de educación y aleja la inversión extranjera, pero también reduce los puestos de trabajo porque crea una enorme burocracia que impide montar empresas que operen en la legalidad, y termina por entregar el aparato productivo a élites depredadoras que se lucran a la sombra de mafias políticas y judiciales, que se llevan su tajada y dejan a la población en un estado de sálvese quien pueda
Quizás una manera de conmemorar este día sea transformarnos en portavoces del cambio y trabajar para erradicar este fenómeno enquistado en la sociedad.
Esto incluye denunciar, exigir que se penalicen severamente los actos de corrupción, identificar a los funcionarios y jueces venales, reclamar la independencia de los poderes y trabajar para que la honestidad figure entre los principales componentes de la educación.