IN MEMORIAM

Hace algunos años me decía un funcionario diplomático que prestaba servicios en el país y con quien hice una buena amistad: “Profesor, en países como los nuestros la honestidad es un delito”, por eso es que es muy difícil encontrar un ciudadano como el Dr. José Rafael Abinader quien se desempeñó en importantes cargos públicos y privados donde manejó recursos millonarios y salió limpio porque en lugar de hacer uso de los dineros ajenos, prefería en muchas ocasiones hacer uso de sus recursos para solucionar necesidades urgentes, los cuales ni siquiera como era justo, los cobraba, dejándolos en favor de las instituciones que dirigía, entre las cuales se destaca la de la vicerrector administrativo de la UASD, habiendo sido quien firmó la resolución para la lucha del medio millón de pesos a favor de esa Universidad y que encabezó con mucha dignidad el dirigente estudiantil Hatuey Decamps fallecido a destiempo, destacado dirigente del PRD y posteriormente Presidente del PRSD, pues abandonó su PRD porque se opuso tajantemente a la reelección presidencial.

Pero la conducta del fundador y primer rector de la Universidad O y M, valió la pena porque con su lamentable fallecimiento los medios de comunicación, destacaron su eficiente labor y su acrisolada honestidad, de tal manera que el importante periódico Listín Diario ha publicado una página completa sobre su labor, encabezándolo de esta manera “ABINADER” Símbolo de trabajo y honestidad.

Murió a los 89 años rodeado de su familia. Por su trabajo, honestidad y ejemplo de vida, su hijo Luis es uno de los candidatos con más posibilidades de llegar a la presidencia de la República.

Don Rafael fue político, abogado y un excelente escritor, pues he podido leer algunas de sus obras. Conservo un libro escrito por él en forma tan fácil que cualquier persona puede interpretar su contenido.

A sus 11 años, su familia se trasladó a la ciudad de Tamboril. Patrocinó y cubrió en su oportunidad los gastos de una estadía del gran educador antillano Don Eugenio María de Hostos. Estuvo presente cuando el pueblo se levantó el 24 de abril de 1965, a favor de la reposición de Juan Bosch, y se opuso tajantemente a la segunda intervención norteamericana acaecida el 28 de abril de 1965, con el pretexto de protegernos contra el comunismo y evitar que Quisqueya se convirtiera en otra Cuba.

La familia UTEISTA sintió profundamente la lamentable muerte de nuestro amigo y así lo manifesté en la celebración de la XXVI Graduación Extraordinaria de la UTE, pues además del aprecio que le profesamos nos extendió su mano amiga cuando esta Casa de Altos Estudios estuvo a punto de colapsar por falta de recursos económicos.

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