Con la llegada de un nuevo año, hay muchos deseos y parabienes que queremos lograr, pero también hay cosas que nos preocupan como ciudadanos y que quisiéramos que cambiaran.
Entre esas preocupaciones hay dos que nos estresan y alteran la paz que son: la delincuencia y el desorden en el tráfico vehicular. Para este 2025 mi deseo, y sé que el de muchos, es que haya menos delincuencia y más orden en el tránsito.
En los últimos años estos dos “flagelos” están acabando con la vida de los dominicanos. Los antisociales, por un lado, no dan tregua, alteran el orden público y mantienen en zozobra a la población, mientras se burlan constantemente de la autoridad.
Nuestras calles son escenarios de violencia por la forma en que muchos conducen, (vehículos, motores, pero también por el comportamiento de peatones), y la agresividad que mostramos ante cualquier evento pone la vida en riesgo. ¡Ya basta! No queremos seguir contando muertos en nuestras carreteras.
Aunque el gobierno reforzó las medidas para disminuir las actividades delictivas y el desacato callejero en Navidad y año nuevo, la mayoría de los dominicanos se sienten desprotegidos ante la cantidad de asaltos y robos que se producen, a plena luz del día.
El plan desarrollado por el ministerio de Interior y Policía para garantizar unas fiestas seguras y tranquilas ayudaría un poco a escarmentar esos excesos durante las festividades, no así los robos por parte de malhechores.
La seguridad ciudadana es fundamental para que vivamos en una sociedad justa, y sin violencia, donde podamos caminar y transitar sin miedo a ser asaltados, ni agredidos, donde la cultura del respeto esté siempre por encima de todo…
La proliferación de armas de fuego también ha contribuido a la brutalidad. Todo el mundo quiere tener una para defenderse de los agresores y eso nos está convirtiendo en una sociedad cada vez más violenta y fría.
Recuerdo a Freddy Beras Goico, un abanderado del orden, quien en un momento llamó a la población a “armarse hasta los dientes”, porque los delincuentes nos estaban ganando la batalla y eran los únicos civiles con armas de diferentes calibres.
Por otro lado, tenemos la violencia del tráfico. Salir a las calles se ha convertido en un dolor de cabeza para muchos ciudadanos y, de hecho, producto del desorden en el tránsito y de la imprudencia de algunos peatones, también se genera mucha violencia verbal y física, en algunos casos lamentables.
Este año 2025, vamos a pensar seriamente en buscar soluciones concretas a estos problemas. No queremos seguir deplorando lo que acontece en nuestras vías, ni hablando lo mismo de las infracciones de conductores y motoristas irresponsables, estos últimos haciendo lo que les da la gana.
Es necesario seguir transformando los organismos que manejan el sistema vial y que estos respondan a los intereses de los ciudadanos, pero también vigilemos y demos mantenimiento constante a nuestras autopistas y vías de acceso a los diferentes pueblos.
Reorganicemos el tránsito y apliquemos el régimen de consecuencia a los violadores de la ley. Mi mamá siempre dice que, si se aplicaran multas a los infractores, el gobierno no tendría que hacer reformas, ni crear nuevos tributos.
Así que apostemos todos este 2025 a tener un país más organizado y próspero. ¡Amén!