El Diálogo Nacional en curso se propone, consignado así dentro del título que lo denomina, el fortalecimiento institucional y la gestión eficiente del Estado.
Hablar de fortalecimiento institucional y gestión eficiente del Estado, como propósito, dice mucho en cuanto a procurar resolver efectivamente tan trascendentales problemas de la sociedad dominicana en la agenda actual.
Más, la experiencia histórica en cuanto a resolver efectivamente los problemas de los ya famosos diálogos nacionales obliga a su total replanteamiento.
Sólo algunos ejemplos. En relación al Plan Decenal ya en el 1992 se había identificado la necesidad de incrementar el presupuesto destinado a la inversión en la educación preuniversitaria hasta el 4% del Producto Interno Bruto -PIB-; pasaron 21 años para que se cumpliera con tan importante meta. Para la aprobación del 4% del PIB para la educación la ley que lo establece se aprueba 5 años después- Ley 66-97- y el cumplimiento de la misma llega en el 2013, en 16 años.
La Estrategia Nacional de Desarrollo -Ley 1-12- dispone de un Pacto Fiscal para el año 2015 como límite y 6 años después aún no se ha iniciado siquiera su discusión formal.
Tanto lo que se comenta respecto al Plan Decenal, como lo relativo a la Estrategia Nacional de Desarrollo en cuanto a tan importantes propósitos, fueron el resultado de amplios diálogos nacionales y significativos consensos. Lo cual indica que esas iniciativas en sí mismas no resuelven los problemas -para decirlo en términos del presente-, en atención a la “eficiencia del Estado”, ¡Nada más ineficiente!
Lo comentado nos remite a la gerencia, considerada para algunos como la imprescindible respuesta en el marco del Diálogo Nacional en curso.
Desde el mundo académico y especialmente en la práctica social, la gerencia es la precisa respuesta a la eficacia y eficiencia de las organizaciones. De ahí que siendo el Estado el más alto nivel de organización de la sociedad ha de comprenderse que si se parte de la gerencia como la integración y efectiva interrelación de organización, planificación, dirección y control; junto a lo referido a la gestión humana y los procesos, con fundamentales ejes transversales como la calidad y las tecnología de información y comunicación -TIC-, esos componentes obligan a un total replanteo de cuánto se discute o se ha de discutir en el Diálogo Nacional en el abordaje de los importantes temas en agenda.
En atención a lo anterior, evitar en esta oportunidad que el Diálogo Nacional se quede por años en el entorno de “la cultura del análisis”, no repetir los errores del pasado y procurando por lo tanto los ya inaplazables avances.