Uno de los legisladores que participó en la selección de la actual Cámara de Cuentas, y que también en esta ocasión tiene una participación activa en el proceso que está en marcha para sustituir a los miembros del órgano, comentaba recientemente que ellos, los congresistas, sobre todo los miembros de la comisión a cargo del tema, tienen una especie de deuda con la sociedad. Obviamente se refería a la experiencia negativa del proceso anterior, que luego de tantas expectativas, resultó un fiasco. Tanto así que, aunque algunos miembros se han inscrito nuevamente, nadie piensa que repetirán. De hecho, fue casi un logro para ellos haber terminado la gestión. Para honrar la deuda con la sociedad, los legisladores esta vez tendrán que ser más cuidadosos.