En estos días entré a una tienda que tiene más de 50 años y me di cuenta de que, si no cambian algo muy importante, terminarán desapareciendo. El mismo día, me encontré con un antiguo amigo y me contó que el negocio de la familia cerraría después de toda una vida funcionando.
Los dos ejemplos me servirán para explicar este segundo paso de las personas y empresas que tienen éxito perdurable.
—¿Qué viste en el negocio de 50 y tantos años que te llevó a pensar que no durará mucho más, Diego Sosa?
Lo mismo que había visto en el negocio de la familia de mi amigo hace cerca de un año. No aprendieron de lo que los llevó al éxito. Ni siquiera conocen la fórmula que aplicaron.
Cuando un negocio prospera, se debería escribir la fórmula, así más adelante no se confundirá el resultado con el camino. Cuando una persona prospera, no debe confundir el resultado (éxito) con las acciones que le llevaron a él.
Veamos: ¿Cuándo progresamos más? Cuando aplicamos nuevos conocimientos. ¿Cuándo progresa más un negocio? Cuando hace algo diferente a la competencia para cubrir las necesidades de sus clientes.
A una persona se le requiere conocimiento para desarrollar un puesto. En él sigue aprendiendo hasta que está preparada para saltar al siguiente. Y así hasta llegar o ponerse un techo.
Sí, es que el siguiente puesto no se puede desarrollar con el conocimiento del anterior. Ejemplo: Un excelente vendedor sabe todo sobre las ventas de su producto, pero nada de la gerencia de un equipo de ventas. ¿Solución? Aprender las habilidades para desarrollar el puesto de supervisor de ventas… el líder.
—Y en las empresas que mencionaste, ¿qué faltó?
Aprender de las nuevas necesidades de sus clientes y prospectos. Fue lo que hicieron al inicio de su éxito. Se adaptaron y construyeron un negocio. Pero lo mantuvieron para un mercado que ya cambió.
Como ves, el paso 2 es aprender todo el tiempo: ¿Qué aprenderás hoy para lograr más éxito?